"Había una vez, una profesora malita, había una vez...". Con la sintonía del clásico "Un barquito chiquitito", pero con nueva letra, los pequeños del colegio Teodoro Cuesta de Mieres tomaron conciencia ayer de cómo ayudar en caso de que sean testigos de un accidente. Unas jornadas sanitarias donde los niños aprendieron que, si no hay nadie cerca, "tenemos que llamar al 112", señalaba Nora Moscoso, una de las alumnas del centro. En total, participaron unos 35 niños de entre tres y cinco años. Primero asistieron a una charla ofrecida por una de las madres, que es enfermera. Después recibieron la visita de una uvi móvil de la Fundación del Transporte Sanitario de Asturias, que desarrolló con los pequeños un taller sobre cómo actuar ante una emergencia. También conocieron algunos de los utensilios de los sanitarios, como el electro o un aparato para eliminar los mocos a los heridos que llamó mucho la atención de estos alumnos.

El director del colegio, Juan Miguel Molinero, señaló que "la salud tiene cada vez más importancia y queremos que nuestros alumnos sean ciudadanos responsables, además de que también como colegio tenemos una función pública". Molinero apuntó que este tipo de acciones, "calan muy bien entre los pequeños" e hizo alusión al caso de Manu Rodríguez, el niño de Mieres que salvó a su padre tras sufrir un síncope en casa gracias a lo que había aprendido en la serie "Centro Médico" de TVE.

Entre los alumnos, muchos ayer aseguraban querer ser médicos y enfermeros de mayores, después de todo lo que habían aprendido. Entre estos futuros sanitarios se encontraba Alexia Santos, quien señaló que "ahora ya sé qué hacer cuando una persona se pone mala y no tengo a nadie más cerca". Aarón Velasco, por su parte, apuntó que "lo que más me gustó es ver cómo era una ambulancia por dentro". También han aprendido que el número de emergencias es el 112, aunque de deberes para casa, como explicó Molinero, "tendrán que aprender a marcarlo desde el teléfono".