Las comarcas mineras tienen un variado y rico patrimonio industrial e histórico. Y entre esa nómina de bienes se encuentra la torre de Soto, en Aller, catalogada como Bien de Interés Cultural, figura que sin embargo no le ha servido para que la construcción se esté cayendo por falta de rehabilitación. Es por ello que la Consejería de Educación y Cultura, a través de la dirección general de Patrimonio, ya ha enviado una notificación a los propietarios de la torre para que procedan, en el plazo de dos meses, a su rehabilitación. En el caso contrario, además de negociar con el ayuntamiento de Aller la ejecución subsidiaria de las obras, la propiedad se enfrenta a multas coercitivas.

Según ha podido saber este diario, la administración autonómica ya ha enviado un primer requerimiento a los propietarios, aunque las mismas fuentes confirmaron que retornó devuelto por estar ausentes sus destinatarios. La semana pasada ya salió una nueva notificación a otra dirección, requiriendo a la familia propietaria a que tome las medidas necesarias, realice un proyecto de rehabilitación y ponga en marcha las obras. Sin embargo, localizar a los dueños de la torre de Soto seguramente no sea tarea sencilla, ya que según han explicado fuentes municipales, el enclave pertenece a dos propietarios diferentes, y el rastro de uno de ellos parece haberse perdido.

Recientemente la asociación Hispania Nostra, dedicada a la defensa y protección de los bienes histórico-artísticos, ha incluido el conjunto del castillo de Soto de Aller y su entorno urbano en su "Lista roja del patrimonio", un registro en el que se incluyen elementos patrimoniales en riesgo de destrucción o alteración grave. En el caso de la torre allerana, Hispania Nostra alerta de que el inmueble está en riesgo de ruina. De hecho, el propio ayuntamiento tiene tramitado también el expediente de ruina sobre la torre de Soto.

El propio consejero de Cultura, Genaro Alonso, explicaba en una visita al concejo allerano los pasos que iba a seguir su departamento. El primero era tramitar el requerimiento para la rehabilitación de la torre, algo que por fin se ha llevado a cabo. El plazo que tendrán los propietarios para poder llevarlo a cabo será de dos meses.

A partir de ahí se abre un nuevo escenario, en el que el Principado trataría de que fuera el Ayuntamiento de Aller el encargado de realizar las obras de forma subsidiaria, de manera que posteriormente se repercutiese el coste a los propietarios. Sin embargo, esta posibilidad quedaría en el aire a falta de que la Intervención del Ayuntamiento diese permiso para modificar el presupuesto y acometer la rehabilitación de la torre.