Una treintena de empleos y quince millones de euros de facturación. Esa es la previsión de crecimiento que la empresa KPS, asentada en el polígono de Argame en Morcín, maneja tras presentar ayer su nueva división de producción en el área empresarial asturiana, y que se pone en marcha gracias al acuerdo con el grupo taiwanés Mastech. La "join venture" creada entre ambas compañías bajo el nombre KPS Euman, vio ayer la luz en un acto que contó con el delegado del Gobierno en Asturias, Mariano Marín, el consejero de Industria, Isaac Pola, el alcalde de Morcín, Mino García, el rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, o la presidenta de Hunosa, María Teresa Mallada, entre otros importantes empresarios y personalidades de la sociedad asturiana.

El director general de KPS, José María García, señaló que la nueva división de producción de la empresa, de 3.500 metros cuadrados, será el primer centro de España que produzca instrumentación de medida eléctrica. Explicó que las previsiones pasan por llegar a la fabricación de 250.000 dispositivos al año, una meta que se cumplirá en el próximo lustro y que permitirá comercializar productos en Europa, Asia y América.

El CEO del grupo Mastech, Jackie Ip, también estuvo en el acto. Aseguró que la alianza con la empresa asturiana "incrementa el valor de nuestras marcas, y creemos que este nuevo negocio será muy productivo". "Queremos agradecer que nos hayáis permitido invertir en esta bonita tierra", aseguró Ip, que indicó que "somos profesionales en la industria eléctrica y electrónica, amamos innovar y crear productos, y creemos en la rentabilidad de este negocio"

Actualmente, el grupo KPS cuenta en Morcín con una plantilla de medio centenar de personas, y unos niveles consolidados de facturación de 7 millones de euros. Ese es el punto de partida desde el que crecer hasta los objetivos marcados. Hasta ahora, explicaba el propio director general de KPS, "solo éramos capaces de hacer distribución, porque aunque hacíamos nuestra propia ingeniería de producto, teníamos que desarrollarlo y producirlo fuera".

La empresa, que llegó desde Llanera a Morcín en el año 2016, se plantea ahora un crecimiento exponencial hasta 2023. Por una parte, en materia de empleo se esperan crear "al menos una treintena de puestos cualificados". En cuanto a facturación, apuntan a triplicar la actual y llegar hasta los 23 millones.