La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Geomática, con inserción laboral plena, apenas tiene estudiantes

La titulación que se imparte en Mieres, una evolución de la de Topografía, es una desconocida pese a garantizar el empleo

Silverio García, profesor de Geomática, con varios drones. F. GEIJO

La Escuela Politécnica de Mieres cuenta entre sus estudios con un grado que, aunque desconocido, tiene múltiples salidas laborales y oportunidades que llegan, incluso, antes de terminar la carrera. Se trata del grado en Ingeniería Geomática, una evolución de la antigua Topografía, centrado en las nuevas tecnologías. Pese a la inserción laboral plena que garantiza, las matrículas no aumentan y son unos estudios con muy pocos alumnos.

"Es un grado que procede de la modernización de Topografía, adaptada a las nuevas tecnologías, un lavado de cara impresionante con la intención de atender a la demanda actual, más centrada en el tema digital que en la medida vinculada a la obra civil, algo que ahora es complementario", señaló Asun Cámara, directora de la Politécnica de Mieres.

Entre las materias de este grado, que se puso en marcha en 2016, se encuentran aspectos como el "internet de las cosas" o el manejo de drones y sus distintas aplicaciones. Para Cámara, el ingeniero geomático "es un informático que trabaja sobre el posicionamiento de las cosas, hace informática aplicada que actualmente está presente en numerosos dispositivos, como móviles inteligentes, tabletas y ordenadores". Y es que es raro que al abrir una aplicación en el móvil, ésta no nos pregunte para acceder a la ubicación. "Eso da cuenta de la importancia que tiene saber donde está el usuario para gestionar bases de datos y hacer estadísticas", señaló Cámara.

El germen de la geomática se encuentra en el manejo de la cartografía en papel, que con las nuevas tecnologías se hace más rápido y con mucha más precisión. Entre los ejemplos prácticos del trabajo de un ingeniero en geomática está lo que hacen algunas superficies comerciales que colocan drones en interior para controlar el recorrido que hacen los clientes, analizando todos los datos obtenidos. "En este sentido, los datos se utilizan para hacer una mejor distribución de los productos y ser más eficaces a la hora de vender", explicó la directora de la Politécnica.

Sin embargo, hay un desconocimiento social de la geomática que se ve reflejado en cuestiones como la matrícula. "Tenemos una media de quince alumnos, que es un número bajo, pero que no es una cosa que nos pase sólo a nosotros, en Madrid tienen una media de treinta alumnos", resaltó Cámara, destacando que "es un problema de transmitir qué es la geomática y cuáles son sus valores". Y entre estos últimos está el acceso a un puesto de trabajo, que se hace mucho más sencillo que desde otras titulaciones. "La necesidad de ingenieros geomáticos por parte de las empresas es superior al número de ingenieros que están estudiando, así que supongo que cubrirán esos puestos con otras profesiones, como la de informático, pero es que estos últimos no tienen una formación tan completa".

Otro ejemplo de las buenas oportunidades laborales lo tienen en la misma escuela. Y es que hay varios alumnos que han comenzado a trabajar sin haber presentado el proyecto fin de carrera. "Tenemos un grupo que se ha ido a Córcega contratados por Alsa y nos han dicho, además, que hay otros exalumnos de la Politécnica allí trabajando", señaló Cámara.

El grado de Geomática es el único de toda la Universidad de Oviedo que cuenta con una asignatura específica de drones, "lo que significa que el ingeniero en geomática sabe cómo usar estos dispositivos y aplicarlos para su trabajo". Uno de estos usos es la medición de un espacio, como una cantera, que con drones se hace en pocas horas. Antes podía durar varias semanas.

Compartir el artículo

stats