La nueva central eléctrica vinculada a la red de suministro de agua de Mieres ya está lista para iniciar su fase de evaluación. Los responsables del proyecto explicaron ayer, en el campus de Barredo, que la obra civil ya está terminada y que las comprobaciones arrancarán a lo largo del verano. El objetivo es generar 700.000 kilovatios/hora. Ahora bien, independientemente de lo que arrojen las mediciones, la Fundación Asturiana de la Energía prevé que este tipo de instalaciones serán difíciles de rentabilizar fuera del ámbito del autoconsumo. "Parece en principio una opción más rentable que la venta de la electricidad a la red", destacó Indalecio González, responsable de Energías Renovables en Faen.

La planta piloto, que ayer visitó el alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, permitirá el aprovechamiento hidráulico de un caudal de agua que es canalizado a través del citado depósito a una velocidad de 0,33 metros cúbicos por segundo. La zona de aprovechamiento se sitúa, en concreto, entre la cámara de rotura de carga de Villandio y La Herradura. El transformador cuenta con una tubería aérea en la mayor parte del desnivel de caída. Se ha conseguido un salto de 32,5 metros: "La obra civil ha sido muy compleja, ya que han surgido problemas con la estabilidad del terreno", remarcó Arancha Fernández, de la ingeniería Ingemas. "El sistema es sencillo, ya que se trata de aprovechar la energía que genera cinética el salto de agua debido al desnivel".

El proyecto se encuentra ya en la fase previa al inicio de la evaluación de resultados: "Esperamos contar pronto con el visto bueno del Principado", señaló el responsable del proyecto, Alejandro Fernández, quien lamento las trabas administrativas que han tenido que superar: "Cada mínimo cambio hubo que ajustarlo al proyecto, lo que ralentizó además la tramitación de los permisos". Al final, será Viesgo quien tenga la última palabra. Y es que la energía eléctrica que genere esta pequeña central se volcará a la red. Es decir, el Ayuntamiento de Mieres sacará un beneficio económico. Para saber cuánto habrá que esperar al resultado de las pruebas. Ahora bien, los propios técnicos no esperan una alta rentabilidad. Este tipo de instalaciones parecen adecuadas, según Faen, para vincularlas, por ejemplo, a estaciones depuradoras o piscifactorías, cubriendo sus necesidades energéticas. En Asturias podrían utilizarse para alimentar a las redes de abastecimiento de agua potable, asumiendo el gasto energético de los bombeos. "La rentabilidad será buena en un plazo de tiempo razonable. El problema es que hay demasiados cambios legislativos, lo que no gusta en la Unión Europea", subrayó Alejandro Fernández. De momento, el proyecto pionero abordado en Mieres ya ha suscitado interés de empresas del norte de España y también de Sudamérica.