El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda se mostró ayer en Mieres partidario de "huir" de las polémicas en lo concerniente a la pugna que mantienen el campus local y el del Gijón por albergar el codiciado grado en Ciencias de la Actividad Física y Deporte. El máximo responsable universitario defendió la importancia de que en estos momentos "todos rememos en la misma dirección". Apuntó, no obstante, que Mieres jugará "un papel muy importante" en el desarrollo de los futuros estudios "si es que finalmente se ponen en marcha". La opción de una sede compartida, que no se asume en el Ayuntamiento de Mieres, parece seguir ganando fuerza.

Santiago García Granda asistió ayer a la ampliación de la exposición "Asturias, paraíso del deporte", acto que contó con la participación del tenista gijonés Pablo Carreño. El Rector se mostró conciliador y evitó cualquier valoración que pudiera contribuir a que la tensión generada por el destino del grado vuelva a alcanzar los altos niveles a los que subió el pasado mes de abril, cuando el alcalde, Aníbal Vázquez, vínculo la resolución del conflicto "territorial" a la participación de Mieres en el proyecto del área metropolitana, iniciativa que el gobierno local inicialmente apoyó.

Todo indica que la resolución final sobre los estudios de la antigua INEF no se conocerá hasta principios de otoño, una vez arranque el nuevo curso académico. Inicialmente todo parecía encauzado para que Mieres fuera la sede del grado, pero en marzo el Ayuntamiento de Gijón envió al consejero de Educación del Gobierno del Principado, el rector de la Universidad de Oviedo y el decano de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación un dossier de setenta páginas enumerando las bondades de la ciudad como sede de esa enseñanza universitaria y los compromisos económicos y de infraestructuras que está dispuesto a asumir el consistorio, para empezar, poner sobre la mesa un millón de euros. Ahora, resultará clave el pronunciamiento de la citada Facultad de Formación del Profesorado y Educación, que inicialmente parece poco dispuesta a dar su apoyo a Mieres.

A la espera de que la Universidad defina su postura, el campus de Mieres se apuntó el mes pasado en el parlamento asturiano su primera victoria en la pugna por acoger los estudios. Los quince votos sumados por el PP e IU fueron suficientes para que la Junta General se dirija a la Universidad para dar su apoyo a Mieres ya que el resto de partidos se decantaron por la abstención