"Una fatalidad". No había ayer otra palabra en Lena para definir el trágico accidente laboral que terminó con la vida de Jorge Arias Fernández, vecino de la Pola, de 34 años. "De lo mejor que te podías encontrar en la vida", le definen sus amigos, loco por el rock y enamorado de su familia. Falleció electrocutado cuando trabajaba durante la madrugada de ayer, como empleado de una contrata del Administrador de Infraestructuras (Adif), en la estación de Linares. Él y sus compañeros creían que la catenaria estaba sin suministro eléctrico. La autoridad laboral investiga por qué estaba conectada a la corriente durante el mantenimiento.

Fue un momento fatídico. Jorge Arias, según informaron fuentes oficiales, estaba subido a unos cuantos metros de altura en una torre cuando se produjo el accidente. Sus compañeros llamaron de inmediato al Centro de Coordinación de Emergencias del 112-Asturias. Eran las 2.34 horas.

La sala del 112 movilizó hasta el lugar a Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) con base en el parque de Mieres. Los efectivos tuvieron que esperar a que los técnicos del Adif se personasen en el lugar para cortar el suministro eléctrico. Después, procedieron a recuperar el cuerpo con ayuda de una escalera y una polea. También se desplazó al lugar el equipo de atención primaria de Lena. Los sanitarios sólo pudieron confirmar el fallecimiento de Jorge Arias.

La conmoción golpeó a la comarca. En el sindicato Comisiones Obreras (CC OO) fueron rotundos para valorar lo ocurrido: "Es de mal gusto hablar de recuperación mientras las personas siguen muriendo en su trabajo", señaló el responsable de Acción Sindical, Gerardo L. Argüelles. Destacó que "ya son cinco las muertes con origen laboral en Asturias en lo que va de año. Cinco familias rotas". Y anunció que se convocará una manifestación mañana, al mediodía, en Oviedo, contra la siniestralidad. "Poco podremos prevenir si no se aplica la normativa, es muy preocupante que cada vez más trabajadoras y trabajadores estén renunciando a su salud por miedo a perder el empleo", clamó Argüelles.

Jorge Arias había estado trabajando en Burgos, pero regresó a Asturias. Su funeral será esta tarde, a las cinco, en la iglesia de la Pola. Tenía pareja y un hermano. La familia es muy querida: "Están rotos, nadie está preparado para esto", señalaron ayer sus allegados, que les arroparon desde el primer momento. Una familia tan sólida y llena de cariño que su amor traspasaba fronteras. Jorge es también el hermano, de acogida, de un joven ruso que pasaba los veranos en su casa de la Pola. Pasaban tiempo sin verse, pero seguían muy unidos.