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El enterramiento del alto de Pajares

Los nombres de Parasimón

La Asociación Memoria Allerana rescata las biografías de nueve hombres que pudieron ser arrojados a la fosa donde se hallaron doce cuerpos

Cienfuegos y su mujer.

Nadie pudo hablar por ellos. Nadie sabe si sintieron el frío aquella noche de noviembre de 1937, en el alto de Pajares, cuando los colocaron en un pelotón para fusilarlos. Tampoco a quién dedicaron su último pensamiento cuando empezaron los disparos. Eran doce hombres. Los doce cuerpos hallados en la fosa de Parasimón durante la exhumación del enterramiento, abanderada por el arqueólogo Antxoka Martínez en colaboración con la Sociedad de Ciencia Aranzadi (a la cabeza su presidente, el prestigioso antropólogo Francisco Etxeberría). Uno de los hombres fusilados fue, según los testigos de la época, Luis Cienfuegos. Un hombre casado y padre de cinco hijos, trabajador del Ayuntamiento de Aller.

La identificación antropológica está en marcha, pero la Asociación Memoria Allerana ha iniciado ya una investigación pionera: conocer el nombre de los prisioneros que podían viajar en ese camión hacia un destino fatal. Por el momento, hay nueve nombres vinculados a la fosa de Parasimón: hombres que mataron en el alto de Pajares y que fueron detenidos en una fecha próxima al encarcelamiento de Cienfuegos.

Todos los datos han sido facilitados por Ángel Díaz Baizán, responsable de Memoria Allerana y con un gran trabajo entre manos. Las biografías que acompañan a esta información, en su mayoría, están recogidas en el libro "La Represión Fascista en el Valle de Aller" (Manuel Fernández Trillo, 2012).

Luis Cienfuegos. Trabajador del Ayuntamiento de Aller y militante de Izquierda Republicana. Estaba casado con Amadora Fernández y tenían cinco niños: María Luisa, Paco, Maruja, Pepe y Ángeles, un bebé que no llegó a conocer a su padre. Los familiares de Luis Cienfuegos son los promotores de la investigación de Parasimón, financiada a través de "crowdfunding" (micromecenazgo en internet) y con el trabajo desinteresado de los expertos. Fue apresado en Moreda a principios de noviembre de 1937. Es la única víctima que reconocieron los testigos, ya que era natural de Parana (Lena).

Albino Rodríguez Arias. Natural de Figueirido (Pontevedra), estaba casado con Mónica y tenían cinco hijos. Desapareció de Moreda y fue visto por última vez en la parroquia de Pajares. Aunque la biografía apunta a que pudo ser asesinado en diciembre, Díaz Baizán señala que "hay que tener en cuenta que la mayoría de los certificados de defunción de los represaliados fueron hechos quince o veinte años después de la muerte, el error en las fechas es habitual". Albino Rodríguez fue asesinado "en algún lugar del concejo de Lena" en fecha desconocida. Fue interventor por el Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936, en la localidad de Moreda.

Andrés Tristán García Fernández. No consta su lugar de residencia, aunque era allerano. Sí está registrado que fue apresado el 4 de noviembre de 1937. Tenía 57 años y fue asesinado "por heridas de arma de fuego" en el concejo de Lena.

Dionisio Hernández Redondo. Era vecino de Boo, de 37 años. Minero e hijo de Dionisio y María. Consta que fue asesinado en el alto de Pajares, en Lena. Fue teniente del batallón 241 "Silvino Morán" y era hermano de Balbino Redondo, que fue asesinado en los montes de Boo el 20 de diciembre de 1937. Su historia, la de "los hermanos Redondo", es muy conocida en el concejo.

Fructuoso Díaz Méndez. Es el más joven de los nombres que maneja por ahora la Asociación Memoria Allerana. Sólo tenía 26 años, era minero y fue asesinado en los montes de Pajares. Consta como fecha de defunción el 9 de noviembre de 1937. Había sido miliciano de la tercera compañía del Batallón 241 "Silvino Morán".

Jesús Rodríguez Rubio. Tenía 28 años y estaba casado con Covadonga Castañón, de 24 años. Era padre de un niño de un año y su mujer estaba embarazada de cuatro meses cuando él fue apresado. Según los testimonios, le rompieron las piernas y los brazos el 4 de noviembre de 1937, antes de llevárselo. La partida de defunción, expedida en 1944, afirma que "muere a consecuencia de la guerra". Extremo que no coincide con los testimonios, ya que en noviembre de 1937 los frentes de la zona Norte ya habían caído.

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