Ana Labad es madrileña y toda su vida se había dedicado a la publicidad. Hace unos meses decidió impulsar, junto a su marido Agustín Fernández, Conservas Hazas, una fábrica artesanal de anchoas. "La familia de mi marido tiene una tienda de alimentación en Lastres y decidimos poner en marcha la conservera", indicó, para añadir: "Existía algo de tradición familiar porque el bisabuelo de Agus era de Santoña y se dedicaba a ello, pero cuando llegó a Asturias estuvo vinculado a un astillero".

La idea de la empresa fue desde un principio "ofrecer un producto de gran calidad, que tenemos al lado de casa, elaborado de una forma artesanal", indicó Labad. El objetivo de partida era ampliar el campo de actividad a otras conservas, pero por el momento, gracias al éxito de ventas, el negocio se centra en la anchoa. "Ahora vamos a incorporar anchoas con queso y lo haremos con variedades asturianas". En la empresa también trabajan Nati Margolles, Cristina Labad e Iciar Menéndez.

Para la promotora, ganar el premio Valnalón (dotado con 2.500 euros), es una "gran satisfacción" porque "todos los meses de tramitación has sido duros".