El Ayuntamiento de Langreo da los últimos pasos para crear un registro municipal de vecinos que necesitan una vivienda. Esta medida, aseguró el concejal de Servicios Sociales y Vivienda, Antonio Giganto, "nos permitirá saber la demanda existente el municipio para dirigirnos al Principado". Hasta ahora el único registro existente es el que elabora la administración regional.

El Ayuntamiento se une ahora para disponer de un mayor control sobre las demandas de vivienda en el municipio. Además, el gobierno prevé modificar el reglamento de acceso a las viviendas, variando el orden de prioridad. También se cambiará el reglamento para la concesión de ayudas económicas de emergencia social, primer nivel de infancia y pobreza económica, que hoy se analizará en la sesión plenaria. El objetivo es que, indicó el edil responsable del área de Servicios Sociales, "más vecinos puedan acceder a las ayudas contra la pobreza energética y las extraordinarias de emergencia social".

En el caso de las primeras se permitirá a los vecinos que necesiten estas ayudas solicitarlas "en cualquier momento del año". Hasta ahora sólo se podían pedir a finales de año, en los meses de invierno, apuntó Giganto. Además, se aumentará el umbral de ingresos que se fija para acceder a estas subvenciones así como para aquellas destinadas a gastos puntuales de personas que pasan por necesidades económicas. Las ayudas contra la pobreza energética se concederán para el abono de gastos de electricidad, gas u otro combustible que sea usado en la vivienda habitual del solicitante durante el año. A finales del pasado ejercicio la cuantía destinada por el Ayuntamiento de Langreo llegó a 466 familias, 58 más que en 2016.

El presupuesto destinado por el Ayuntamiento se quedó corto, como ocurrió el año anterior, y ha sido incrementado. De los 54.000 euros consignados inicialmente para hacer frente a estas ayudas se ha pasado a 141.704 euros, con lo que casi se triplica la cuantía prevista inicialmente. Las solicitudes presentadas para recibir las ayudas para los gastos energéticos de la vivienda habitual ascendieron a 542.