Las antiguas minas a cielo abierto de las Cuencas ya no producen carbón: ahora generan biomasa, obtenida gracias a la madera de árboles de crecimiento rápido como son los sauces y los chopos. Hay, en las viejas explotaciones, alrededor de 40 hectáreas de terreno utilizada para la obtención de biomasa con la que Hunosa "abastece las calderas que estamos instalando", tal y como señaló la presidenta de Hunosa, María Teresa Mallada, que ayer visitó varias de estas plantaciones junto al rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García, y a la responsable de la Politécnica de Mieres, Asun Cámara.

Las plantaciones que se han llevado a cabo son resultado de la colaboración de Hunosa con el aula de Forestales de Mieres. "Es una colaboración real, que genera negocio y por lo tanto puestos de trabajo", apuntó Mallada. Las plantaciones comerciales ocupan unas 40 hectáreas, pero también hay otras 7,5 hectáreas que han sido utilizadas con fines experimentales. Asun Cámara y la investigadora María Castaño explicaron que el objetivo de estas labores fue determinar cómo se podía producir un crecimiento más rápido de los árboles.

Los ensayos experimentales se realizaron en tres zonas distintas de las antiguas minas a cielo abierto de Mozquita y Los Cantiles, mientras que las plantaciones comerciales se encuentran también en Mozquita y en La Braña'l río (en el concejo de Langreo). "Se está haciendo una transferencia tecnológica clara al sector productivo", añadió la responsable de la Politécnica de Mieres, "ya que los estudios y los resultados obtenidos de los experimentos se están trasladando a la empresa".

El Rector, por su parte, incidió en que "se trata de una iniciativa muy interesante, un ejemplo de colaboración entre la Universidad de Oviedo y Hunosa, que puede ofrecer posibilidades de desarrollo en las comarcas mineras".