Los vecinos de La Cortina siguen con "miedo" tras el gran argayón que, el pasado martes, arrasó tres casas y causó daños en otras dos viviendas. Los portavoces vecinales señalaron ayer que las lluvias que están cayendo les hacen temer que haya nuevos desprendimientos de rocas que agraven la situación del pueblo. De momento, siguen en sus casas, pero no descartan que si hay nuevas tormentas como la de la noche del martes, tengan que abandonar sus domicilios.

La alcaldesa de Lena, Gemma Álvarez, subió ayer al pueblo acompañada de técnicos municipales, que analizaron posibles soluciones, especialmente las que atañen a los posibles accesos para la maquinaria necesaria para retirar las grandes rocas desprendidas, que superan las cien toneladas de peso. Álvarez explicó que aunque mantiene contacto con el Principado, la administración regional aún no ha puesto sobre la mesa ninguna solución para el argayo, aunque se espera que no tarde mucho en que los técnicos aborden el problema y puedan acometer algún trabajo para dar respuesta a los vecinos.

El núcleo lenense apenas tiene una decena de vecinos que habitan la localidad durante todo el año. Sin embargo, en verano y durante los fines de semana esa población se quintuplica. De hecho, una de las casas arrasadas por las enormes rocas era un alojamiento rural.