Tremenda sorpresa se llevaron los conductores que circulaban en la noche del viernes por la A-66 en sentido León. Una caravana comenzó a arder en marcha, por causas que se desconocen. El conductor del vehículo que la remolcaba se percató y paró justo a la altura del cruce de Ujo. El carril derecho de la autopista estuvo cortado un cuarto de hora, con tráfico regulado por la Guardia Civil, mientras los bomberos apagaban las llamas. A mediodía de ayer el esqueleto de la caravana (en la foto) seguía sobre el asfalto esperando ser retirado.