La imagen de los jóvenes romeros pidiendo agua al pie de ventanas y balcones en el descenso de la jira del prau de Castandiello suele ser una estampa habitual de las fiestas de San Pedro. Ayer no hizo falta colaboración externa. El agua vino de serie, en abundancia y completamente gratuita. El chaparrón que cayó a media tarde no desanimó a los romeros, que se "mojaron" por el patrón de forma incondicional. La ya tradicional fiesta de la espuma en la plaza Setsa hizo que el baño festivo fuera completo.

Romeros y peñas estaban citados a las 17.00 horas en el parque Pinín para reunirse y comenzar, media hora después, la subida a Castandiello. La música de la gaita y del tambor y de las charangas "L'Estruendo", de Salas, y "Principado" marcaban el camino. Los asistentes no perdían de vista el cielo, tratando de calibrar las verdaderas intenciones de las amenazantes nubes que se desplegaban sobre sus cabezas.

En el prau podían verse al comienzo de la tarde grupos de familias disfrutando de la merienda, aunque la hegemonía era de los grupos de jóvenes entregados sin reservas a la fiesta. Los éxitos del momento y las canciones del pasado (con una versión incluida de los temas de Bob Marley un poco más acelerada a golpe de tambor y trompeta) pusieron la banda sonora de la jornada.

Y entonces, ocurrió. La lluvia, hasta ese momento contenida, comenzó a a caer con fuerza. Algunos se apresuraron a recoger el mantel y enfilar el camino de vuelta a La Felguera, pero otros muchos se rebelaron ante el diluvio y esperaron con tenacidad a que escampara. Sin paraguas a mano, todo servía para protegerse . Entre el atuendo "reglamentario" de la jira, fueron más necesarios que nunca los sombreros: de tela, de paja, los que imitaban a gorras de policía, las pañoletas o las camisetas anudadas alrededor de la cabeza.

La hora de la bajada estaba fijada para las 20.30 horas y un buen número de romeros se quedó hasta el final. Desde bastante antes, los más pequeños ya disfrutaban de la fiesta de la espuma en la plaza Setsa, que después se repetiría para los adultos. Las actividades de la jornada de clausura de los festejos patronales de La Felguera se despidieron con la última verbena, a cargo de la orquesta "Samba", y el espectáculo final de fuegos artificiales. Ambas actividades estaban programadas para la medianoche.

Juan José Vega, vicepresidente primero y presidente en funciones de la Sociedad de Festejos "San Pedro" de La Felguera destacó la alta participación de los vecinos en los festejos a lo largo de estos días. "Afortunadamente, la lluvia nos respetó el viernes para la procesión y la suelta de palomas. Las orquestas atrajeron a mucha gente y en la actuación de Rodrigo Tapari la carpa estaba llena; también me gustaría destacar la gran asistencia en los actos organizados en el marco de la Semana Cultural", concluyó Vega.