Son las ocho y media de la mañana, suena el despertador de la joven lituana Violeta Miliun. Quiere aprovechar el día al máximo: se hospeda en el albergue de Bustiello (Mieres) y, desde esta base, ha visitado buena parte de la región.
Las buenas comunicaciones por carretera, la gastronomía y el pasado patrimonial son los principales atractivos que encuentra el turismo extranjero en las Cuencas. Pero aún son pocos los visitantes que cruzan la frontera para pernoctar en los valles de Nalón y Caudal, afirman los hosteleros. El sector considera que el turismo que llega de fuera es "una oportunidad" para las Cuencas y reclaman a las administraciones que redoblen esfuerzos para atraerlo: "Sin la autopista del mar y con la oferta que tenemos ahora en el aeropuerto, hemos retrocedido diez años", afirma Pruden Montiel desde el albergue de Bustiello.
Y eso que este alojamiento mierense es una suerte de oasis en el desierto de turistas extranjeros. "Recibimos muchos visitantes de Francia, de Inglaterra y del Este", apunta Montiel. Buena prueba es que, estos días, se hospeda en el albergue Violeta Miliun. Una chica que atiende a LA NUEVA ESPAÑA mientras se prepara para salir, y que habla muy bien castellano: "Estuve haciendo un Erasmus en León y me encantó esta parte de España, tenía que volver", apunta la joven.
Su avión llegó a Santander. Pocos vuelan hasta Asturias. Según Pruden Montiel, "la mayoría de los turistas que vienen de fuera nos llegan por Cantabria o por el País Vasco. Los ingleses, la inmensa mayoría, llegan en el ferry de Santander". Oportunidades que, critica el hostelero, "Asturias no deja de perder".
-¡Cuánta comida!
Violeta Miliun lleva ya unos días en Bustiello, pero la cantidad de comida que hay sobre la mesa no deja de sorprenderla: "Me gusta mucho la gastronomía, aunque reconozco que aquí se come mucha carne y yo no como. En realidad, no como mucho", matiza la turista. La gastronomía, añade Pruden Montiel, es uno de los recursos que más llaman la atención a los que vienen de fuera. También, y esto lo dice Violeta, "el carácter de la gente es muy alegre, muy abierto y espontáneo". Y la situación de las Cuencas: a media hora de la playa y a media hora de la montaña.
Termina el desayuno. La joven lituana recoge su chaqueta y va a la habitación, lista para un nuevo día de ruta por Asturias. "He conocido Oviedo, me encantó la zona antigua porque creo que es única. También me gustó la playa de Gijón, pero playas las hay en muchos sitios", afirma, sincera y haciendo una primera evaluación de sus vacaciones. Mañana irá a León, parada antes de volver a casa. ¿Recomendará en su país las Cuencas como destino para las vacaciones? "Sí, sin dudarlo".
