El tramo de la carretera AS-242 entre la rotonda de La Coca y la de acceso al hospital Álvarez-Buylla de Mieres vuelve a estar abierto. Principado y Ayuntamiento tomaron en la tarde de ayer la decisión de levantar las restricciones de tráfico impuestas tras la caída, en la madrugada del pasado sábado, de un gran argayo que obligó a cortar la circulación de forma indefinida hasta que se completasen las labores de limpieza y se asegurase que la ladera no iba a seguir desprendiéndose.

El principal acceso al hospital Vital Álvarez-Buylla de Mieres se cortó en la mañana del sábado. El argayo se produjo de madrugada cerca del pueblo de La Reguerona. Poco después, se cortó la carretera AS-242, dependiente del Principado, a la espera de que técnicos del Principado acudieran a evaluar la situación, ya que varias piedras de gran tamaño se vinieron abajo desde la ladera.

El Alcalde, Aníbal Vázquez, y el vicealcalde, Manuel Ángel Álvarez, acudieron a primera hora del sábado para analizar "in situ" el desprendimiento, que según apuntaron a este diario, se produjo de madrugada, en torno a las cuatro de la mañana. Durante el corte de carretera, para llegar hasta el Álvarez-Buylla había dos opciones, la de cruzar el polígono de Vega de Arriba, o la de llegar desde Santullano. La mayoría de conductores optó por la primera, saturando en ocasiones los viales del área industrial mierense.

El pasado lunes, los técnicos del Principado visitaron de nuevo la zona, y tomaron la decisión de mantener el corte. A su vez, las fuentes consultadas explicaron que al no ser una emergencia, "hay que tramitar el expediente para contratar la actuación que permita limpiar los bloques de la ladera". Una medida que seguramente no deje del todo satisfechos a los vecinos de La Reguerona. Y es que el fin de semana reclamaban una actuación para garantizar al cien por cien que no se produjeran nuevos desprendimientos ya que el del sábado no era la primera vez que ocurría.

En todo caso, finalmente, en la tarde de ayer, martes, las administraciones tomaron la decisión de reabrir el paso, lo que por una parte permite el acceso directo al hospital de Mieres, y por la otra, implica evitar una saturación de vehículos en el polígono de Vega de Arriba.

Este nuevo desprendimiento de Mieres vino a confirmar que las Cuencas son la zona de Asturias con mayor riesgo de sufrir argayos por la singular composición de los estratos rocosos de sus laderas. Así los explicaron Carlos López Fernández y María José Domínguez Cuesta, profesores titulares del departamento de Geología de la Universidad de Oviedo, que alertaron de dos taludes especialmente peligrosos en la zona de la comarca del Nalón. Uno de ellos está ubicado a la altura de la glorieta que da acceso a la Autovía Minera en Riaño y el otro en el Corredor del Nalón, en las inmediaciones de las compuertas de la presa de Tanes, muy cerca de la zona de Anzó, donde un deslizamiento de tierra mantuvo cortada esta carretera durante dos meses y medio.