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El paro vuelve a niveles anteriores a la crisis

El número de desempleados se reduce a 11.087, como en 2009, pero los sindicatos avisan de que se debe a la pérdida de población y a la fuga de jóvenes - Más de la mitad de los parados son de larga duración y ya no perciben prestaciones, y el empleo que se crea es en general precario en sueldos y temporal

Una protesta de parados en la oficina de empleo de La Felguera, en una imagen de archivo. FERNANDO RODRÍGUEZ

Los datos del paro en las Cuencas mineras se han situado, a lo largo de este año, en niveles similares a los del inicio de la crisis, en 2009, antes de la gran depresión de 2010 a 2012, en la que se marcaron cifras negativas récord, superando las 16.000 personas desempleadas. Los datos del Servicio Público de Empleo del Principado establecen que, a 30 de junio de este año, había en los diez concejos de las Cuencas un total de 11.087 parados. En diciembre de 2009, por ejemplo, eran 11.811. Un año antes, a finales de 2008, eran 10.213 (el mínimo de este siglo fue en 2007, con 8.770 desempleados).

Las cifras parece que evolucionan en positivo, pero los representantes de los trabajadores tienen muy claro que "son engañosas", y por varios motivos. La población de la comarca "es muy inferior", casi veinte mil personas menos, y además, "se trata de una población muy envejecida". Los jóvenes "se van a buscar oportunidades a otros lugares" y buena parte de los parados "son de larga duración". Además, alrededor de la mitad de los desempleados "no recibe ninguna contraprestación económica. Las han agotado".

En el último mes contabilizado, junio, el paro descendió en las Cuencas en 354 personas. El concejo en el que más descendió fue Mieres, con 150 menos. Cuenta en total con 3.393 desempleados. En Langreo, se redujo en 149 personas. El municipio con más población de la comarca contabiliza 3.595 demandantes de empleo. En San Martín del Rey Aurelio, bajó en 72 personas (1.491 parados en total), en Lena en 43 (718), en Laviana en 33 (875), en Aller en 32 (699) y en Riosa, en 13 (107). También descendió en Sobrescobio (7 menos, 42 en total), Caso (una reducción de 4, 48 en total) y en Morcín, con una persona menos en el paro (119).

Por comarcas, en el valle del Caudal hay 5.036 desempleados, mientras que en la cuenca del Nalón, con una población algo superior, son 6.051. En los años 2012 y 2013, en ambas comarcas, se superaban, y muy ampliamente, los 7.000 parados, con cifras globales de más de 16.000 demandantes. Desde entonces, las cifras han ido reduciéndose progresivamente hasta llegar a unos niveles parecidos a los de 2009, hace casi una década. Pero las circunstancias "son bastante peores ahora", subrayan desde los sindicatos.

Esther Barbón, secretaria general de CC OO del Nalón, incidía en que, de los más de 11.000 desempleados, "la mitad no tiene ningún tipo de prestación". Es decir, son desempleados de larga duración que han agotado sus subsidios. De la mitad que recibe algún tipo de paga, "la mitad son las ayudas especiales", apenas unos 400 euros, para parados de larga duración que cumplen algunos requisitos, como tener familia a su cargo. Es decir, únicamente una cuarta parte de los desempleados reciben la prestación normal del paro, y el resto, "es gente parada de larga duración", lo que "no habla muy bien de nuestro sistema de contrataciones". "Además", añadió Barbón, "los jóvenes se van, y la población está muy envejecida".

Precisamente en el "drama de la despoblación" quería incidir el secretario general de UGT del Nalón, Ángel García. "Es el problema más grave. Sin trabajo, sin perspectivas de futuro y con pocos servicios es difícil que nazcan niños o se atraiga población", explicó. El empleo que se genera es "temporal y parcial" y, además, apenas se ha logrado atraer a grandes empresas del sector industrial, el que mejor calidad de empleo ofrece. "Vivimos en unas comarcas en venta. No hay más que mirar en las calles los edificios y los pisos que se venden. Y nadie compra, nadie viene a vivir aquí. Es más, los jóvenes se van en busca de oportunidades y esto ahonda aún más en la despoblación. Y tampoco es que se estén poniendo sobre la mesa soluciones para arreglarlo".

Sergio Álvarez, de UGT del Caudal, indicó que además en verano "el paro se reduce, pero de forma temporal". La calidad del empleo creado es "muy baja. Los salarios son ridículos, temporales y lo peor es que la gente empieza a conformarse con lo que puede. La sociedad está empezando a asumir que esto es lo normal, y no es así".

Los jóvenes y las mujeres de mediana edad son además los que "más problemas tienen" para poder entrar o reengancharse al mercado de trabajo, "cada vez más injusto con los trabajadores", añadió.

Desde CC OO del Caudal, Sergio Vicente ha incidido en reiteradas ocasiones en que "estamos viendo como baja el paro, pero es porque la gente se va, no porque se esté generando empleo". El "desmantelamiento" industrial, que no ha tenido una contraprestación en forma de nueva actividad industrial que sustituya a la minería, provoca que se dependa del sector servicios, que es "más volátil" y en el que la calidad del empleo suele ser más baja. "No se puede depender sólo de los servicios. Tienen que ser importantes, pero no depender únicamente de ellos. Y es hacia lo que vamos", expresan los sindicatos.

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