Algo más de un año ha durado el interés de Asturiana de Laminados (Asla) por desarrollar en Reicastro su nuevo proyecto empresarial, con un centenar de empleos. La firma acaba de anunciar su decisión de instalarse en Carrocera (León) tras fracasar sus intento de implantarse en el polígono mierense, vacío desde que fue urbanizado hace 80 meses. El dedo acusador de la compañía apuntó ayer a Hunosa, propietaria de los terrenos, como responsable de que Reicastro vaya a seguir siendo un páramo industrial: "Lo que ha pasado es muy fácil de explicar. No ha sido posible llegar a un entendimiento con Hunosa. No han sido razonables y al final el precio del suelo fue inasumible", apuntó ayer Macario Fernández, presidente ejecutivo de Asla.
Sintetizando, se llega a la conclusión de que el proyecto empresarial impulsado por Asla bajo la marca Asludium no se abordará en Mieres, con sus cien empleos, por una discrepancia de un millón de euros. La versión de la empresa sostiene este sencillo planteamiento. "Hunosa puso un precio muy caro al suelo desde un primer momento", remarca Macario Fernández. Aún así, el empresario explica que se llegó a un acuerdo con la hullera pública. Ambas partes, con el Ayuntamiento de Mieres como testigo, pactaron una operación de venta con un precio de tres millones de euros. "El problema es que, posteriormente, detectamos que era necesario abordar una reorganización vial del polígono que conllevaría un desembolso de otro millón de euros", señaló el presidente de Asla. Siempre según la versión de la empresa, ante este imprevisto, se intentó negociar nuevamente con Hunosa, encontrando entonces las puertas cerradas: "No quisieron saber nada y se remitieron al precio de tres millones", lamentó Fernández.
El resumen de la versión de Asla es que adquirir los terrenos de Reicastro y acondionarlos para su uso industrial le hubiera costado a la empresa en torno a los cuatro millones, una cifra inasumible: "No hubiéramos quedado si todo el montante no hubiera excedido de los res millones, pero no ha sido posible", subrayó Macario Fernández. La decisión de trasladar a León el proyecto de transformación de aluminio ya no tiene marcha atrás. "La decisión está tomada. No es que nos hayan dado todas las facilidades de mundo, pero el precio que pagaremos por metro cuadrado de suelo es diez veces menor de lo que nos pedía Hunosa", matizó Macario Fernández.
Los promotores del proyecto aspiraban a comprar los 77.300 metros cuadrados disponibles en el área industrial mierense. La nueva fábrica, con sus empleos, se instalará finalmente en Carrocera, un municipio con apenas 500 vecinos situado en la comarca de Luna. El proyecto fue aprobado el lunes por Sodical, la agencia de desarrollo castellano-leonés. Este instituto financiero destinó una inversión de 22,8 millones a cuatro proyectos empresariales: Riegos Agrícolas Españoles (Palencia), Lonypack Global, (Segovia); Antibióticos de León (León) y Asludium (Carrocera, León).
La marcha de Asla ya no tiene vuelta atrás: "Aunque nos llamasen para regalarnos el suelo ya no sería posible el acuerdo. El compromiso con León ya es inamovible. Llevo cincuenta años haciendo empresa en Asturias, con mejor o peor suerte, pero siempre intentando fortalecer el tejido industrial de la región y generar empleó. Esta vez no ha sido posible". Macario Fernández restó importancia a cualquier otro obstáculo al margen el precio del suelo: "Las ayudas económicas y los permisos urbanísticos aún sin resolver eran trabas menores que no hubieran impedido desarrollar el proyecto".
