Los sindicatos han optado por la cautela a la hora de valorar el nuevo golpe que ha recibido el maltrecho tejido industrial de la comarca del Caudal. Tanto UGT como CC OO remarcan que desconocen los pormenores de la fallida negociación que han mantenido Asla y Hunosa, por lo que evitan un pronunciamiento concreto sobre la decisión adoptada por la empresa presidida por Macario Fernández. Ahora bien, las centrales lamentaron el constante "desmantelamiento" que sufre el entramado empresarial local.

"Mieres Tubos cerró hace nada, Triman está un paso de seguir el mismo camino y Rioglass está en proceso de regulación. Ahora nos encontramos con la noticia de Asla y la sensación que tenemos es que todo son dificultades. Cuesta no caer en el desaliento", apuntó ayer Sergio Álvarez, responsable comarcal de UGT. El veterano dirigente espera que tanto Hunosa como Asla asuman la situación en que se encuentra el territorio y reabran una negociación que, a estas alturas, parece ya totalmente rota: "En estos momentos lo único que podemos hacer es pedir un último esfuerzo a las partes. Siempre hay formulas que permiten llegar al entendimiento".

CC OO espera poder conocer directamente de Hunosa su versión del desencuentro que ha terminado con Asla llevándose a León el proyecto que tenía previsto desarrollar en Reicastro. A la espera de recabar más información, el responsable comarcal del sindicato considera que, cuando menos, se puede decir que llueve sobre mojado. "El problema es que resulta difícil entender que un polígono urbanizado hace siete años siga vacío", remarcó Sergio Vicente. "La población no deja de bajar y las empresas no se asientan en el territorio. La situación exige medidas eficaces y contundentes". La posición adoptada ayer por los sindicatos mayoritarios es muy similar a la que defiende el alcalde de Mieres, que el martes, nada más conocer la decisión de Asla, pidió a la empresa y a Hunosa un "último esfuerzo" para reconducir el proyecto.

La "espantada" de Asla llega apenas un mes después de que los líderes de los sindicatos Comisiones Obreras y UGT en la comarca del Caudal mantuvieran un encuentro con los alcaldes para debatir sobre el futuro de las Cuencas. Con el fin de la minería ya prácticamente sentenciado, señalaron que hace falta un "plan de choque" para la reactivación. Sujeto sobre tres patas: el empleo, la vivienda y el turismo. Es imprescindible conseguir el respaldo del nuevo Gobierno central. Ese "plan de choque" que reclaman los sindicatos tiene un firme objetivo: que los jóvenes apuesten por asentarse o no tener que irse de las Cuencas. Lo primero, es el empleo: "No es cierto que el paro baje, lo único que está pasando aquí es que la gente se va", apuntaron los responsables sindicales. Así que es de vital importancia, añadieron, que "Principado y Gobierno central se sienten con nosotros para trazar la hoja de ruta de un plan industrial". Centrales y responsables municipales pretenden seguir reuniéndose periódicamente.