Aún no hay plazos para terminar la obras de reparación del gran argayo. Pero los operarios trabajan a todo ritmo en el núcleo lenense de La Cortina para que los vecinos puedan recuperar la normalidad lo antes posible. Por el momento, las máquinas están retirando todos los trozos de piedras que pueden, mientras los operarios limpian la ladera de la que se desprendieron las grandes rocas que estuvieron a punto de causar una tragedia.

La empresa Contratas Souto, de Cangas del Narcea, es la encargada de realizar los trabajos sobre el argayo de la localidad lenense. Jesús Antuña es el jefe de la obra. Explica que ahora mismo, las labores de la media docena de trabajadores que se encuentran en el núcleo lenense "consisten en la limpieza del terreno y en picar las grandes piedras que se desprendieron". El encargado de los trabajos detalló que en el caso de las rocas "están resultando algo más duras de lo que nos esperábamos, y está resultando algo más difícil de picar, por lo que tardamos algo más de lo previsto". En todo caso, en una obra de esa envergadura, los plazos no existen. "No podemos dar una fecha, estamos limpiando, picando, luego habrá que asentar bien el talud...", explica Antuña, que agrega que "hay mucha piedra suelta enterrada, muchos árboles y arbustos que tenemos que retirar, y hay que hacerlo con mucho cuidado". Por ello, dar plazos sería aventurado.

El pasado día 26 de junio, los vecinos del pueblo lenense, enclavado en la entrada del parque natural de Las Ubiñas, se vieron sorprendidos por un gran desprendimiento, que se llevó por delante tres casas y afectó a otras dos construcciones. Entre las viviendas arrasadas se encontraba un hotel rural, vacío en ese momento.

El argayo, unido a las lluvias de esa misma jornada, obligaron a desalojar el pueblo durante una noche. Al día siguiente, los vecinos pudieron volver a sus casas y los técnicos del Principado y el Ayuntamiento comenzaron a trabajar en la búsqueda de soluciones.

Finalmente, fue el consistorio lenense el que se hizo cargo de gestionar la contratación de la obra, que financiará el Principado. El pasado 6 de julio arrancaban las obras de reparación, que se extenderán durante los próximos meses y conllevarán una inversión que podría alcanzar la realizada en el otro gran argayo de las Cuencas, el de Caso.