"Sidra", "Ura" y "Hommer" son tres de los ocho perros del albergue de animales de Mieres que esperaban impacientes a que llegase el día de ayer. Una jornada especial. Los subieron a un camión rumbo a Inglaterra. Allí no vivirán entre rejas. Les recibirán sus nuevos adoptantes. Y es que para los canes en Mieres, no existe el "Brexit".

La Asociación Alma Animal Asturias, que gestiona la perrera de Mieres, ya ha tramitado casi 40 adopciones en países como Francia, Holanda, y especialmente el Reino Unido, lugares en los que, en palabras de Marta García, responsable de la asociación, "están más concienciados". Las razones que motivan la adopción de perros españoles son diversas: "En Holanda, por ejemplo, no existen los perros abandonados y tienen que traerlos de otros lugares; en Inglaterra sí los hay, pero están muy valorados los grifones y los setters, razas que aquí se abandonan cuando los cazadores piensan que ya no sirven".

La gestión de la adopción en otro país es larga. "Contactamos con asociaciones, nos explican cómo trabajan y nos convencen, empezamos a colaborar", describe García. La asociación de destino se encarga de difundir algunos de los casos del albergue mierense y, cuando alguien se interesa por uno, estudian la situación del potencial adoptante con cuestionarios, entrevistas y visitas al hogar.

"Allí los requisitos son mucho más estrictos: si trabajas a jornada completa, por ejemplo, probablemente no te concedan la adopción, porque considerarán que no tienes tiempo suficiente para el animal". Si el interesado cumple los requisitos, Alma Animal empieza a preparar al perro. "El coste del viaje y de las pruebas veterinarias necesarias corren a cuenta del adoptante, que puede llegar a pagar más de 200 euros por un perro que aquí no costaría nada", explica. ¿Y qué pasa si algo sale mal? Como afirma García, "lo único importante es el bienestar del animal y si hay algún problema, el perro puede volver a España". "De hecho, ya hemos ido a buscar a una a Inglaterra para traerla de vuelta", apunta.

Para los adoptantes, la experiencia también es apasionate. Lucía Navarro y Francisco Pajuelo viven en Londres y siempre habían querido adoptar un perro. "Era el momento, pero aquí el proceso es bastante complejo", relatan. Por este motivo, decidieron buscar fuera de su país de residencia. Encontraron a Shirka, su compañera de cuatro patas, a través del foro "BIGGSD", con el que colabora Alma Animal. Tan satisfactoria fue su primera experiencia que, "al mes de que llegase Shirka, ya queríamos tener otro". Como reconoce Navarro, en Reino Unido tienen muchas más facilidades para cuidar de sus amigos: "mi pareja y yo pedimos trabajar desde casa por las tardes para no dejar a los perros solos tantas horas y, como los consideran familia, nos lo concedieron".

Ahora, estos jóvenes recaudan dinero para Alma Animal e intentan publicitar este tipo de adopción en Londres. Los perros de Mieres no quieren saber nada del "Brexit".