En el barrio de La Villa, en Mieres, la música no dejó de sonar durante el pasado fin de semana: si el viernes era el grupo "Luis y sus Teclados" el que amenizaba la verbena, el sábado era el "Dúo Nuevo Día" el encargado de poner banda sonora a las tradicionales fiestas del Carmen de este barrio mierense.

La Plaza del Ajedrez, epicentro del barrio donde tuvieron lugar todas las actuaciones del fin de semana, reunió a abuelos, nietos y grupos de amigos, en definitiva, una amalgama intergeneracional de vecinos que disfrutaron a golpe de pasodoble de las actuaciones de los grupos. El día que plaza estuvo más concurrida fue el domingo, cuando la actuación corrió a cargo del grupo "Arizona". Esta gran afluencia influyó muy positivamente en los negocios de la zona. "Según me comentaron los dueños y encargados de los bares, los ingresos del domingo superaron con creces a los de los otros dos días", explicaba Manuel Prados, portavoz de las asociaciones vecinales de la zona sur del casco urbano de Mieres.

Tras tres noches seguidas pernoctando -la del domingo con Danza Prima incluida-, los vecinos de La Villa no quisieron perderse el último evento de sus fiestas, que tuvo lugar hoy: la misa en la capilla del Carmen, el reparto del "bollu preñáu" y la procesión que, en palabras de Prados, "fue precioso verla recorrer nuestro barrio".

La de este año fue una edición especial gracias al elevado número de personas que acudieron a las fiestas del Carmen del barrio de La Villa. Desde la organización, jamás hubiesen previsto tal afluencia, por lo que se tuvieron que hacer apaños de última hora. "Encargué 140 bollos, hubo que pedir otros 10 y todavía nos quedamos cortos", explicaba Prados. Y si el bollo llamó la atención, la misa tampoco se quedó corta: "Los curas encargaron más de cien sillas; yo, otras tantas al Ayuntamiento". Y no sobró ninguna. El éxito de estas fiestas se percibe en las calles del barrio de La Villa: "Muchos vecinos me paran cuando me ven para darme las gracias", explicaba Prados emocionado. Ahora que han llegado a su fin, desde la organización solo esperan que "la situación vaya a mejor o, como mínimo, siga así en los años venideros".