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Fomento afianza un talud de la antigua carretera a Oviedo para evitar un argayo como el de Caso

Los operarios colocan una malla metálica en la N-630 sobre una roca de grandes dimensiones que amenazaba con desprenderse sobre la calzada

La malla metálica sobre un talud de la carretera, en Mieres. FERNANDO GEIJO

Protección para una importante carretera de la comarca. El Ministerio de Fomento está mejorando la seguridad en la antigua vía entre Mieres y Oviedo (N-630), a su paso por el concejo de Mieres. En concreto, las labores se centran en la instalación de malla metálica para contener una gran roca que está suspendida sobre la calzada. Tratan de evitar que se produzca un "argayón" como el que aisló al concejo de Caso el pasado mes de abril. Esta obra responde, al menos en parte, a una antigua reivindicación de los conductores que llevaban meses denunciando el desprendimiento de rocas sobre la carretera.

Las abundantes lluvias de este año han puesto en jaque a los conductores de toda la región. Sólo en las Cuencas, se han producido numerosos argayos. Dos desprendimientos tuvieron consecuencias graves. En el ya citado argayo de Caso, toneladas de piedras, que se desprendieron de la ladera, cortaron el corredor del Nalón -a su paso por la localidad de Anzó-. El concejo estuvo prácticamente incomunicado por carretera durante un mes. En La Cortina, aunque no se vio afectada ninguna carretera, un desprendimiento de rocas dañó cinco viviendas y dejó el centro de la localidad en muy mal estado.

En la carretera N-630, son frecuentes los pequeños desprendimientos sobre la calzada. "Tienen que actuar antes de que tengamos que lamentar una desgracia", habían señalado los conductores. La vía, principal acceso al concejo de Riosa (donde se encuentra L'Angliru), tiene un alto tráfico de bicicletas.

Las obras de protección en la ladera empezaron hace dos semanas. Los operarios han estado trabajando para instalar una nueva malla metálica que impedirá que la gran roca caiga sobre la calzada. Además, tiene el objetivo de frenar también los pequeños desprendimientos que se producían en la zona.

Una demanda cumplida, pero aún hay asignaturas pendientes en la vía. Los conductores que transitan a menudo por la N-630 lamentan la falta de iluminación en los túneles del municipio de Morcín. Tan oscuros, que es casi imposible ver a los ciclistas cuando circulan por el interior.

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