Un hombre se enfrenta a una pena de nueve años de prisión por intentar robar en cuatro establecimientos comerciales de El Entrego. Los hechos ocurrieron el mismo día y el acusado, según apunta Fiscalía en su escrito, se valió de un cuchillo ensangrentado para amedrentar a sus víctimas. El juicio tendrá lugar hoy a las once de la mañana en el juzgado de lo Pena número 1 de Langreo.

Los atracos tuvieron lugar el pasado 2 de marzo. Tal y como sostiene el Ministerio Fiscal, el acusado entró en el primer establecimiento, un bazar, alrededor de las 13.54 horas. El propietario estaba contando dinero de la caja registradora y el ladrón le arrebató de la mano lo billetes que sostenía, unos 150 euros, abandonando después el local. Pero no sería la única vez que el hombre visitó el establecimiento ese día. Volvió alrededor de las seis de la tarde. El propietario trató de impedirle el acceso pero el acusado sacó un cuchillo "con sangre en el filo" y le dijo que "le diera el dinero o le pinchaba". El dueño pudo introducirse en la tienda y el acusado se fue.

Su siguiente parada, veinte minutos después, fue en un kiosco ubicado en la calle Pérez de Ayala. El acusado, que en esta ocasión utilizó una careta para ocultar su rostro, esgrimió el cuchillo a la empleada y, al igual que en el bazar, la amenazó con "pincharla" si no le daba el dinero. Ella le dijo que no tenía la llave de la caja y, al entrar otro cliente en el kiosco, el acusado abandonó el establecimiento. Aunque sólo tardó diez minutos en entrar en otro local, esta vez una mercería en la calle Jovellanos, a cuya propietaria también enseñó el cuchillo para obligarla a que le diera el dinero de la caja. Todavía portaba la careta que había utilizado en el atraco anterior. La dueña se quedó paralizada y el acusado se acercó a la caja registradora. En ese momento, la propietaria aprovechó para salir del local y el acusado fue detrás de ella sin obtener dinero alguno de este establecimiento. De ahí fue al cuarto local, en este caso una ferretería en la calle Jaime Escandón en la que entraría a las siete menos veinte de la tarde. Mientras el propietario trabajaban en el ordenador, el acusado -que seguía con la careta- se acercó a la caja registradora y la manipuló. Al ser sorprendido por el dueño, que le hizo frente, el acusado exhibió su cuchillo y consiguió huir del local. Tras los hechos, el hombre fue detenido y enviado más tarde a la cárcel, donde se encuentra en situación de prisión provisional desde el 3 de marzo.

La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito leve de hurto y otros cuatro de robo con intimidación en grado de tentativa con uso de medio peligroso. Además, según apunta el Ministerio Fiscal, concurre en el acusado la circunstancia agravante de reincidencia respecto de los delitos de robo y la agravante de disfraz, esto último en el caso de tres de los delitos de robo con intimidación. Por ello, solicita una condena de nueve años de prisión, además de la inhabilitación para el ejercicio del sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. También pide tres meses de multa con una cuota diaria de seis euros (540 euros), además de indemnizar al propietario del bazar con 150 euros más los intereses legales.