La rehabilitación de la torre de Soto sigue bloqueada. Y es que el Principado ha logrado encontrar solamente a una parte -concretamente al cincuenta por ciento- de los propietarios del emblemático inmueble, catalogado como Bien de Interés Cultural. Y estos le han respondido que no podrán hacerse cargo del total de las obras. Por lo tanto, el Gobierno regional sigue tratando de encontrar a la otra mitad propietaria del inmueble para requerirle formalmente la ejecución de los trabajos.

A finales de mayo, la Consejería de Educación y Cultura, a través de la dirección general de Patrimonio, enviaba notificaciones a los propietarios de la torre allerana para que procedieran, en el plazo de dos meses, a su rehabilitación. En el caso contrario, además de negociar con el ayuntamiento de Aller la ejecución subsidiaria de las obras, la propiedad se enfrenta a multas coercitivas.

La torre de Soto es propiedad de dos familias, y hasta la fecha, el Principado solamente ha localizado a una de ellas. Fuentes de la Consejería explicaron que estos propietarios han contestado asegurando que ellos no pueden asumir la totalidad de la obra. Lo que no han concretado las fuentes es si están dispuestas a asumir su parte proporcional.

En el caso de la otra parte de la propiedad, localizarlos está siendo mucho más difícil. La familia que originalmente tenía la torre de Soto ya no es la propietaria del inmueble, y tras varias herencias, está resultado difícil dar con los actuales dueños. En todo caso, el Principado sigue rastreando para localizarlos y requerir que ejecuten las citadas obras de restauración.

Hace un par de meses, la asociación Hispania Nostra, dedicada a la defensa y protección de los bienes histórico-artísticos, incluyó la torre en su "Lista roja del patrimonio", un registro en el que se incluyen elementos patrimoniales en riesgo de destrucción o alteración grave.