Los pantanos de las Cuencas, que abastecen de agua a toda Asturias, se encuentran prácticamente llenos. Son sus mejores datos a estas alturas del verano en lo que va de siglo. Lleno por completo está el embalse de Alfilorios en Morcín, en el que no entra una gota más de agua: llega al 100% de su capacidad. En el complejo que forman las presas de Tanes y Rioseco no se llega a tanto, pero casi, ya que están al 94,82 por ciento. Unos niveles mucho más altos que en los años anteriores por estas fechas y que aseguran el suministro durante los próximos meses. Que llueva en verano, durante las vacaciones, no suele gustar, pero al menos esta es su parte positiva.
En León, los pantanos cercanos a la Cordillera Cantábrica, por cuyo fondo se podía caminar hace pocos meses, se asemejan más a un lago escandinavo que al secarral que dejaba ver los antiguos muros y pueblos inundados. Estos embalses superan el 80% de capacidad, más del doble de como se encontraban en agosto de 2017.
En términos globales, sumando la capacidad de Tanes, Rioseco y Alfilorios, los embalses de las Cuencas almacenan el 96,78 por ciento del agua que pueden llevar. En Alfiorios son 8,41 hectómetros cúbicos (sobre una capacidad igual, está a tope), y en Tanes y Rioseco, 35,61 hectómetros de 37,55. El año pasado, a estas alturas, también tenían abundantes reservas, pero diez puntos inferiores a las actuales, ya que rondaban el 85% de capacidad. Sólo en 2011 los datos se acercan a los de este año. Entonces, los embalses del parque natural de Redes estaban al 93 por ciento.
Por su parte, los grandes pantanos del norte de León -Barrios de Luna, el del Porma y Riaño- también cuentan con abundantes reservas. Se trata, al contrario que los asturianos, de embalses cuyo uso principal es el regadío (pese a que también tienen uso para el abastecimiento, la generación eléctrica e incluso el turismo, una utilidad por la que luchan ahora los embalses de Redes), dan agua al granero de España, el centro peninsular. El mayor de todos ellos es el de Riaño, con 651 hectómetros cúbicos como máximo, de los cuales almacena 545 (83,7%). El pantano del Porma está al 78,8 por ciento (249,9 hectómetros cúbicos sobre 317), mientras que el de Barrios de Luna -por el que pasa la autopista del Huerna- se encuentra al 85,5% (263,3 hectómetros de 308). A principios de agosto del año pasado apenas rozaban el 40 por ciento, y poco después, en otoño, se podía caminar por el fondo y hasta ver cómo eran los pueblos que inundaron.
Consumo diario
Según los datos del Consorcio de Aguas de Asturias, Cadasa -que junto a la empresa HC Energía gestiona los embalses de Redes-, cada asturiano consume al día 163 litros de agua (casi como una bañera llena). Esto supone 31 litros más que la media española, si se excluye el gasto agrícola. De los 170 millones de litros que diariamente se consumen en Asturias, 145 los aporta el consorcio, y la mayor parte de ellos salen del complejo de embalses que forman Rioseco y Tanes. El ente autonómico suministró en 2017 un total de 52.861 millones de litros, de los cuales 35.551 fueron a parar a los ayuntamientos consorciados y el resto, 17.300, a los usuarios industriales.
Precisamente esta primavera, Cadasa alcanzó un principio de acuerdo con Arcelor para incorporar a su sistema otros 16,7 hectómetros cúbicos de agua, una cantidad que casi iguala la consumida por Oviedo y Gijón conjuntamente durante un año.
A la salida de los embalses de Tanes y Rioseco se encuentra la estación potabilizadora de agua de Sobrescobio, en la que se tratan 3.200 litros por segundo. Junto con la estación de Ablaneda (3.000 litros al segundo), estas dos potabilizadoras dan de beber diariamente a los 800.000 asturianos que viven en la zona centro de la región.
