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Aparece el primer nido de avispa asiática: "Si sigue avanzando, será un desastre"

Un apicultor de Lena halló insectos invasores en una colmena y el sector reclama al Principado que frene ya la expansión de la especie

El apicultor Luis Gutiérrez trabaja en sus colmenas de Piñera, en Lena. FERNANDO GEIJO

Es el maestro de la apicultura en Lena. Luis Gutiérrez, apicultor de 85 años, tiene seis colmenas en Piñera. Es socio de la asociación Apilena pero, será la veteranía o un carácter tranquilo, es uno de los más calmados ante la noticia que ha puesto en vilo al sector en el concejo: ha aparecido el primer nido de avispa asiática. Ocurrió en la localidad de Felgueras, donde un profesional se encontró con un enjambre dentro de una de sus colmenas. Temen que el avance de la invasora -que mata a las abejas y daña el ecosistema- sea imparable y exigen a la Administración regional que tome cartas en el asunto: "Son un riesgo para todos, para el que tiene abejas y para el que no. Si toma la comarca será un desastre".

El presidente de Apilena, Gabriel Rodríguez, es uno de los que siempre pide algún consejo a Luis Gutiérrez. Pero la avispa asiática, de momento, es un misterio para el veterano apicultor: "Hemos acudido a charlas y talleres, estamos preparados pero de una forma muy rudimentaria. Sin la ayuda de la Administración, es difícil hacer frente a lo que se nos viene encima", asegura Rodríguez. Tienen la vista puesta en Galicia: "Allí lo dejaron pasar, y ahora el problema es de una magnitud enorme. Prácticamente, imposible de manejar".

Luis Gutiérrez camina despacio hacia sus colmenas. Tiene un colmenar importante, con sitio para quince, pero ha bajado el ritmo por los achaques propios de la edad. "Lo de la avispa asiática da miedo, porque si matan a las abejas ¿quién nos va a polinizar el campo?", se pregunta el veterano apicultor, con cuarenta años de experiencia. Pero no quiere dejarse llevar por el miedo: "Estoy convencido de que encontraremos el modo de salir adelante, como ya hicimos con otras amenazas". Pone como ejemplo la aparición del ácaro "varroa", y asegura que "las abejas terminaron por acostumbrarse y resistir". Él no ha acudido a cursos ni talleres sobre la avispa invasora, aunque entiende el malestar de sus compañeros más jóvenes.

La aparición de un nido en Felgueras no sólo ha puesto en vilo a los apicultores lenenses. En Aller, los profesionales del sector están velando armas. Jesús Tejón, tesorero de la Asociación de Apicultores Alleranos, tiene preparadas varias trampas en su colmenar: formadas con botellas y zumo de fruta, tienen como objetivo atrapar a la invasora si llega a la zona. "Es muy rudimentario, necesitamos la ayuda del Principado y le pedimos que no espere. Esto puede terminar con la agricultura y la ganadería del territorio", apunta.

El avance de la avispa continúa en un año que no ha sido bueno para la producción de miel. Luis Gutiérrez observa, callado, sus colmenas. Rompe el silencio con un suspiro hastiado: "No sé yo lo que saldrá de aquí". El año pasado, consiguió 330 kilos que llegó para repartir entre familiares, vecinos y amigos. Pero tanta lluvia en primavera y la ola de calor de los últimos días suponen una amenaza para la recolección. "Esperemos que, al menos, nos llegue para los de casa", señala. Si no tienen miel propia para sus familiares y amigos, dice que la comprarán para que este año no se queden sin dulce. Hombre de soluciones rápidas y que no se deja alterar. Ni siquiera por la avispa asiática.

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