El edificio del antiguo cine Esperanza ha sido descatalogado como bien patrimonial, por lo que no hay ningún impedimento legal para proceder a su derribo. Los propietarios del emblemático inmueble, la última sala de proyecciones que se mantuvo abierta en el casco urbano, están dispuestos a estudiar la demolición del mismo. En la decisión final pesará mucho la decisión que tome el Ayuntamiento sobre el estado del edificio. Una declaración de ruina conllevaría muy posiblemente el derribo del viejo cine.
El teatro Capitol fue clausurado hace 26 años. El cierre del cine Esperanza llegó diez años más tarde, en 2002, dejando desde entonces al núcleo urbano de Mieres sin referente cinematográfico en el que poder ver películas de estreno. Pasado ya tres lustros, el estado del edificio es alarmante. Los vecinos de los edificios temen que la estructura de hormigón y madera que sirvió de caparazón a la emblemática sala de proyecciones se venga abajo en cualquier momento. Esta preocupación ha sido trasladada al Ayuntamiento de Mieres, que en su momento ya instó a los propietarios del inmueble a solventar las deficiencias estructurales que presenta esta céntrica construcción. Los herederos del antiguo cine se limitaron a adecentar la fachada. Ahora lo que se plantea es el posible derribo del abandonado edificio.
El Cine Esperanza estuvo durante muchos años incluido en el catálogo de inmuebles protegidos. Sin embargo, actualmente ha sido descatalogado por parte del Principado, por lo que los dueños tienen las manos libres para decidir su futuro. Está previsto que en breve mantengan una reunión con el gobierno local de Mieres para afrontar el futuro del edificio. Lo primero es saber si el Ayuntamiento decreta el estado de ruina. En ese caso, los dueños se ahorrarían la tasas y licencias de obra en caso de abordar una demolición. Ahora bien, los responsables municipales quieren, antes de tomar una decisión, sondear la posibilidad de dar algún uso al edificio. Esta opción parece en estos momentos muy complicada, ya que el avanzado estado de deterioro del inmueble obligaría a una rehabilitación muy costosa.
El edificio del clausurado cine Esperanza está totalmente agrietado por dentro y el agua de la lluvia se cuela en el interior por diferentes puntos. "La madera está totalmente podrida y la estructura se puede venir abajo en cualquier momento", explicó hace unas semanas Conchi Hernández, portavoz del grupo de vecinos que han alertado al Ayuntamiento de lo que está sucediendo en el interior del inmueble. "El agua se filtra por las paredes de los edificios anexos, provocando humedades en nuestras viviendas", apuntan los vecinos. Además, señalan que el tejado es de uralita y que se encuentra muy deteriorado: "Está resquebrajado, por lo que es muy probable que esté provocando contaminación por amianto", subraya Hernández.
El Ayuntamiento de Mieres elaboró en el año 2016 un informe técnico sobre el estado del popular edificio, atestiguando su avanzado estado de desgaste, pero descartando la necesidad de tuviera que ser derribado debido a su ruinoso estado. Y eso que el en sus tiempos macizo edificio de hormigón, presenta una grieta en su fachada de varios metros de longitud y perfectamente visible desde la calle Teodoro Cuesta, una de las que más tráfico soporta del casco urbano. Los vecinos de la zona aseguran que lo peor se esconde dentro de los muros del edificio.
