Pese a que el Hospital Álvarez Buylla de Mieres tiene menos de un lustro de vida, siendo el más moderno de Asturias junto al HUCA, lo cierto es que es necesario un mantenimiento correcto para que las instalaciones sigan estando en las mejores condiciones. Por ello, ya el pasado verano se inició un plan para repintar y colocar protecciones en las paredes de todas las habitaciones. Para ello, los responsables sanitarios han decidido aprovechar la menor carga asistencial del verano. Este año, el turno ha sido para la planta cuarta Centro, la de medicina general. Esta semana está previsto que terminen los trabajos, que durante los últimos días se han estado rematando.

La gerencia del área sanitaria VII (Caudal) puso en marcha este plan con el fin que la estancia de los pacientes y el trabajo de los profesionales se desarrolle en las mejores condiciones. Aunque la idea era haber comenzado en julio, la presión asistencial, con varios pacientes entonces en el área que se iba a rehabilitar, obligó a postergar una semanas los trabajos, ya que para su realización, la planta debe de estar cerrada.

En todo caso, la asistencia a los pacientes está garantizada, ya que en caso necesario, el hospital de Mieres tiene la capacidad de abrir otra planta, que salvo en momentos puntuales permanece siempre cerrada. Y precisamente tuvo que hacerlo durante la realización de la obra de mejora, ya que según explicaron fuentes sanitarias, hubo un incremento de los pacientes de Traumatología, llegando a coincidir hasta 16 fracturas con necesidad de cirugía al mismo tiempo.

La rehabilitación de la cuarta planta Centro consistió en pintar todas las habitaciones, y en la colocación de protecciones detrás de las camas y de los sillones de los acompañantes. Además, aprovechando la obra, también se procedió a revisar los elementos eléctricos. La previsión es que esta misma semana concluyan las labores y se pueda retomar la normalidad.

Más carga

Lo cierto es que para la reparación se han tenido que vaciar las habitaciones, dejando las camas en los pasillos para una mayor comodidad de los operarios. En total, han sido una treintena de camas las que no han estado disponibles.

Por el momento, el plan de mantenimiento y mejora del hospital ha actuado ya sobre dos áreas, las dos quizá con más carga asistencial. Por una parte, el área de Traumatología, habitaciones que fueron rehabilitadas el verano pasado. Ahora fue el turno de Medicina General, otra de las áreas con más ingresos del hospital mierense.