Los retrasos en la adjudicación y ejecución de la instalación de las vías del soterramiento de la antigua Feve en Langreo obligarán a posponer la culminación de la obra, al menos, medio año más, con lo que los trabajos sumarán más de una década en marcha. El plazo final de ejecución, si no hay nuevos contratiempos, cuadruplicará de esta forma los dos años y medio fijados inicialmente. Además, el desembolso total ya ronda los 90 millones, sin tener en cuenta el dinero necesario para acometer la urbanización de los terrenos liberados por las vías, frente a los 54 que se habían presupuestado originalmente con cargo a los fondos mineros.
Las tareas para construir el falso túnel arrancaron de forma oficial en noviembre de 2009, con un plazo estimado de ejecución de 30 meses. Los problemas técnicos, administrativos y de financiación fueron engordando el coste y la duración de la obra, que llegó a estar paralizada durante meses. Tras la supresión de los fondos mineros, el Principado adelantó el dinero para concluir el falso túnel, unos trabajos que concluyeron el pasado año.
Después de unos meses de incertidumbre sobre quién se haría cargo de la denominada superestructura ferroviaria (vías, catenaria y señalización), el Gobierno central asumió la culminación del proyecto. Sin embargo, el calendario fijado hace menos de un año ya ha quedado desfasado. La licitación de la obra de la superestructura estaba prevista para el pasado mes de marzo y el inicio de los trabajos para el presente mes de agosto. No obstante, ninguno de los dos plazos se ha cumplido. La hoja de ruta fue trasladada por el anterior presidente del Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias), Juan Bravo (PP), en septiembre de 2017, durante una visita a la zona. El plazo estimado entonces para que los convoyes de la línea Gijón-Laviana pudiesen circular en pruebas por el tramo soterrado era marzo del año próximo. Sin embargo, ya no será posible por el incumplimiento de los plazos marcados. En el mejor de los casos esos plazos se irán hasta finales de año, con lo que se cumplirán diez años de obras. En su momento no se definió una fecha definitiva para la apertura total de la línea a los viajeros, ya que depende del tiempo que necesite la agencia de seguridad ferroviaria para verificar que se cumplen todas las condiciones.
El coste de la superestructura ferroviaria asciende a 20,5 millones de euros. El Adif abrió a finales de mayo, antes del cambio de gobierno, el periodo de información pública del listado de bienes afectados por las obras. En total, se expropiarán 2.599 metros cuadrados y se ocuparán de forma temporal otros 8.923 metros cuadrados. Al proyecto de colocación de las vías, la electrificación y la señalización, que tiene un coste de 15.123.409 euros, se le unirán los trabajos de las instalaciones de seguridad y telecomunicaciones, que supondrán un desembolso de 5,4 millones de euros.
El proyecto se acometerá en un tramo de 3.226 metros de la línea Gijón-Laviana, con la instalación de vía en placa en el tramo de falso túnel y sus rampas de acceso, la adecuación de la plataforma y la instalación de vía en balasto en los tramos a cielo abierto. También se instalará catenaria rígida en el tramo soterrado y convencional en el resto.
