La denuncia de una joven de 21 años a un hombre por una presunta violación en La Veguina de Turón ha puesto en vilo al concejo de Mieres. A pesar de que los nombres de los implicados no se han difundido oficialmente, la mujer asegura que se han proporcionado datos en redes sociales que llevan a su identificación: "Me siento juzgada, quiero gritarle al mundo que yo no soy la culpable", aseguró ayer la chica. Por otra parte, la familia del hombre denunciado afirmó a este diario sentirse muy afectada y pidieron respeto por los derechos del denunciado y su presunción de inocencia: "Las pruebas se encuentran a la espera de una resolución y, mientras tanto, es cien por cien inocente", han señalado.

La denuncia se cursó el martes por la noche. Según la declaración de la joven ante la Guardia Civil, el hombre le pidió que le acompañara a casa a por un recado para su padre (del que era amigo, siempre atendiendo a la versión de la mujer). Fue en una habitación de la vivienda del hombre donde tuvieron lugar los hechos, según la denuncia. Ella asegura que huyó cuando el hijo del denunciado, de cinco años, entró en la habitación.

La joven acudió a los servicios sanitarios poco después. LA NUEVA ESPAÑA ha tenido acceso al informe médico que, tras el examen de la paciente, determina un diagnóstico de "agresión sexual". La mujer, en un primer momento, no puso reticencias a que los hechos se hicieran públicos. Sólo puso como condición preservar la intimidad de ambas partes: "Siento que, si doy a conocer mi caso, puedo ayudar a alguien", afirmó el miércoles.

Si bien este diario -que adelantó la noticia- no facilitó en ningún momento datos que llevaran a su identificación, comentarios y publicaciones en redes sociales han ofrecido "pistas" sobre su identidad. "Estoy destrozada con lo que dicen algunas personas", afirmó la joven. Y añadió: "Quiero que el mundo se dé cuenta de que no fue mi culpa". Tiene el "apoyo incondicional" de su familia: "Les agradezco todo. Mis padres no me dejan sola".

La familia del denunciado arropa al hombre tras la presentación de la denuncia. "Si hay quien cree que alguien que no ha sido declarado culpable debe pasar por esto, y ver enturbiado su futuro por una chiquillada, dejará entrever el tipo de persona que es", aseguró ayer una familiar. Lanzó la cuestión de "¿cómo se sentirían si a la persona que más quieren la señalan con el dedo por un hecho que ni siquiera se ha demostrado?". Añadió, tajante, que "no se ha demostrado que los sucesos ocurrieran del modo que cuenta la denunciante".

El denunciado prestó declaración el viernes ante la jueza de Primera Instancia e Instrucción de Mieres. Fue puesto en libertad con cargos y una serie de medidas, como una orden de alejamiento de 300 metros, la prohibición de comunicarse con la mujer y la obligación de presentarse cada mes en el juzgado. "Muchos testigos anónimos nos han hecho llegar información clave que desmontaría la versión de la denunciante, y que sólo verá la luz en un juicio", señaló la familiar. Y un último llamamiento a la sociedad: "Sólo pido reflexión y capacidad de ponerse en ambos lados, no sólo en el de la denunciante".