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Un protocolo recoge las labores que pueden desarrollar los voluntarios en la perrera

El Consistorio elaboró recientemente un protocolo para plasmar las labores que realizarán los voluntarios en las instalaciones del albergue canino municipal y los criterios para la selección. El documento refleja que el acceso a la condición de voluntario del albergue está reservado a personas mayores de 18 años. Aquellos que tengan más de 12 años deberán aportar consentimiento expreso de su representante legal.

Los ayudantes en el albergue canino langreano pasearán y asearán a los animales y se encargarán de juegos y labores enfocadas a la socialización, que realizarán bajo la supervisión del responsable del centro. Podrán alimentar a los cachorros en periodo de lactancia, recoge el protocolo, y optarán a la tenencia de animales en acogida de ser necesario. En el documento se establecen varios tipos de ayudantes. Entre ellos se encuentran los que se encargarán de pasear a los animales, con dos niveles. Los voluntarios englobados en el primero de ellos serán acompañados por un voluntario veterano o por un responsable del centro hasta la jaula del animal que van a pasear. El otro nivel son voluntarios que ya conocen a los animales del centro y las normas de funcionamiento y de los paseos.

También hay "voluntarios de acicalado", que asearán a los perros y "de recreo", se encargarán de distintas actividades. Otra categoría la componen los llamados "voluntarios terapeutas", que deberán tener una formación específica para centrarse en actividades de socialización.

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