Agentes de la Policía Nacional, adscritos a la Comisaría Local de Mieres, han detenido a una mujer como presunta autora de dos delitos; uno de robo con violencia y otro contra la salud pública. La mujer robaba a sus víctimas suministrándoles benzodiazepinas, unos ansiolíticos con los que los desorientaba para después hacerse con el botín. La detenida tiene antecedentes por hechos similares al ocurrido en Mieres.

Fuentes de la Policía Nacional explicaron que los hechos se produjeron el pasado día 12. El entorno de la víctima, un hombre de avanzada edad, se mostró alarmado cuando no apareció a una cita. Sospecharon que algo estaba ocurriendo y, por lo tanto, acudieron a su domicilio para ver qué pasaba. Tuvieron problemas para entrar, y encontraron al hombre "totalmente desorientado y confundido". Lo último que pensaron fue que había sido víctima de un robo. Llamaron a los servicios de emergencias, y los médicos decidieron trasladar al hombre al HUCA, ante la posibilidad de que le estuviese dando un ictus. En el parte del alta hospitalaria se reflejó en el diagnóstico la "sospecha de intoxicación por benzodiazepinas".

Las benzodiazepinas son potentes ansiolíticos, y son el principio activo de medicamentos como el Lorazepam, el Diazepam o el Trankimazin. De hecho, en las farmacias suelen pedir el DNI del paciente para tener identificado a quién se le entregan estas pastillas. La Agencia Europea del Medicamento (EMP) describe las benzodiazepinas como una sustancia química que se utiliza en tratamientos de ansiedad, abstinencia del alcohol y tratamiento de epilepsias. Esta sustancia, está totalmente contravenida con los medicamentos que la víctima consumía por prescripción. La ingesta de benzodiazepina, en caso del perjudicado, le podría llegar a ocasionar un riesgo muy importante para su salud.

La mujer, ahora detenida, se había granjeado la confianza de la víctima, cuya edad es avanzada, con ánimo de obtener un dinero del hombre. El anciano le llegó a entregar, de forma voluntaria y en diferentes periodos, la cantidad de 20.000 euros a cambio de nada. La detenida, al parecer, necesitada de liquidez, le había suministrado las pastillas con ánimo de sustraerle más dinero por otros métodos, cuando se dormía.

Las declaraciones de su entorno y de la propia víctima, en unión de un episodio similar en mayo del año en curso, hizo que los investigadores de la Policía Nacional, pusieran en el punto de mira a la detenida; a la que ya le constaban antecedentes por hechos similares. El medicamento, se lo suministraba en un vaso de agua que le servia de una forma insistente, todo ello, a pesar de que el perjudicado, según manifestó, notaba un sabor extraño. El entorno de la víctima ya desconfiaba de la detenida, que fue puesta a disposición judicial.