Hunosa reanudará el próximo lunes las visitas al interior del pozo Sotón, una vez finalizados los trabajos para confinar la combustión de una capa de carbón en la mina. El incendio fue detectado el pasado 31 de julio, al constatarse una combustión en una capa de carbón explotada años atrás. "Aunque la combustión estaba lejos de la zona de visitas, mientras se desarrollaron los trabajos de confinamiento de la combustión, por precaución, se decidió suspender las visitas. La seguridad es la principal preocupación en nuestra empresa. El incidente ha venido a recalcar eso que suelen decir los guías durante las visitas: Sotón es la mina real, no un museo", indicaron responsables de la hullera.

La capa afectada ya había ardido en 2003. La distancia de esta combustión a la zona visitable del pozo es de 2 kilómetros. La nueva combustión de esta capa de carbón se detectó a finales de julio. De forma inmediata se inició el protocolo que se sigue en estos casos, consistente en tratar de confinar la zona para evitar la entrada de oxígeno colocando y construyendo tabiques. De esta forma, el fuego se queda sin su combustible (el oxígeno), y el incendio se apaga.

Los trabajos fueron realizados por miembros de la Brigada de Salvamento, personal de postminería de la empresa pública y los mismos guías de la mina del Pozo Sotón (que son mineros de profesión). Las visitas al interior de la mina han estado paralizadas poco más de un mes, pero durante ese período continuaron las rutas exteriores y la actividad en el Centro de Experiencias y Memoria de la Minería, ubicado en las mismas instalaciones.

El pozo Sotón se ha convertido en los últimos años en uno de los grandes atractivos turísticos de la comarca y de la región. Desde su apertura al público, en el mes de junio de 2015, han pasado ya por sus galerías más de 10.000 turistas de más de treinta países. Sumando todas las instalaciones, tanto interiores como exteriores, la cifra de visitantes de la primitiva explotación minera asciende hasta las 25.000 personas, en menos de tres años en funcionamiento.

El Sotón fue la primera mina del mundo que abrió sus galerías al público permitiendo al visitante, equipado con su auto-rescatador y su lámpara de mina, llevar a cabo, durante una jornada laboral, todas las labores propias de los mineros: picar carbón, barrenar un frente de galería o viajar en un tren de personal que transita, en ocasiones, a más de mil metros de la superficie recorriendo angostas galerías.

El pozo Sotón ha promovido, junto al Museo de la Minería de El Entrego y el Ecomuseo minero del Valle de Samuño, en Langreo, una marca común para difundir el turismo minero, denominada Minas de Asturias.

Uno de los puntos más emblemáticos del recorrido por el interior de la mina de El Sotón es la chimenea de "La Jota", un paso muy estrecho de una pendiente muy pronunciada (en algunos tramos casi vertical) ubicado entre las plantas octava y novena del pozo, a medio kilómetro de la superficie. Se trata de una chimenea de ventilación, utilizada también como salida auxiliar, ejecutada manualmente y reforzada únicamente con piezas de madera. Tiene una longitud de 100 metros y la pendiente media supera los 43 grados.