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El futuro de la instalación termoeléctrica langreana

La plantilla plantea instalar una central de biomasa en Lada si la térmica desaparece

Los trabajadores reclaman a Iberdrola que estudie esta propuesta u otras "alternativas" para "mantener el empleo actual, como mínimo"

Instalaciones de la central térmica de Lada. FERNANDO GEIJO

La plantilla de la central térmica de Iberdrola en Lada reclamó a la compañía que ponga en marcha "alternativas" para mantener, "como mínimo, el actual volumen de empleo" cuando cese la actividad productiva de la actual instalación. Una de las opciones que los trabajadores ponen sobre la mesa es la sustitución de la planta térmica de carbón por una central de biomasa, al ser Asturias "una comunidad con una abundante masa forestal". Hunosa ya planteó hace unos años poner en marcha una planta de estas características en el polígono de Reicastro con una inversión de 41 millones, un proyecto que no llegó a fructificar. La planta debía abastecerse con la quema de 145.000 toneladas de astillas al año. La iniciativa sufrió un duro varapalo al quedarse fuera de la subasta estatal de las licencias para la explotación de energía eólica y biomasa.

José Manuel Vallina, delegado del SOMA-FITAG-UGT en la central térmica de Lada y miembro del comité de empresa, esgrimió que en otras zonas de España en las que Iberdrola cerró sus centrales de fuel, como en Santurce o Escombreras, estas instalaciones se sustituyeron por otras de ciclo combinado. "No estamos pidiendo que aquí se haga una central de gas, pero sí que se estudie la implantación de alguna actividad energética alternativa para mantener, como mínimo, el empleo que hay actualmente, unas 80 personas", indicó el representante sindical.

Una de las propuestas es la puesta en marcha de una central de biomasa: "Es algo que se debería estudiar porque desconocemos si es viable técnicamente, pero estamos en una región con una abundante masa forestal para abastecer la planta. Si no es esta opción puede ser alguna otra que garantice que siga habiendo actividad aquí". Y añadió: "Asturias es una comunidad autónoma con una industria que tiene un consumo eléctrico intensivo y hay que dar respuestas a eso. En 2019, se cumplirán 70 años de la puesta en marcha de la central y la actividad de producción de energía debe continuar, a través de nuevas fórmulas".

Los representantes de la plantilla siguen rechazando el "cierre precipitado" de la actual central térmica y han puesto en marcha una campaña de recogida de firmas contra el plan fijado por la compañía. "Según nuestros cálculos ya debemos rondar las 12.000 firmas y vamos a seguir adelante con la iniciativa, a la espera de que se puedan acordar nuevas medidas de presión en un futuro", concluyó José Manuel Vallina.

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