La Guardia Civil busca a un atracador que ayer asaltó el supermercado (DIA) que se encuentra justo a la entrada de la localidad mierense de Figaredo. El delincuente accedió al establecimiento con la cara cubierta por una especie de pasamontañas y, tras amenazar a una dependiente con lo que posiblemente era un destornillador, logró hacerse con un cantidad de dinero en efectivo antes de emprender la huida con gran rapidez. La Guardia Civil y la Policía Local se personaron rápidamente en las dependencias del supermercado, iniciado de inmediato la búsqueda del atracador, que logró en principio desaparecer.

El asalto se produjo poco antes de la nueve de la mañana, cuando las trabajadoras del comercio se encontraban realizando las tareas previas a la apertura. El atracador entró con la cara cubierta. Amenazó a una dependiente blandiendo en la mano lo que parecía un cuchillo, aunque es muy posible que fuera un destornillador. La trabajadora, asustada, se alejó del agresor y fue en ese momento cuando se avisó a la Guardia Civil. El delincuente tuvo tiempo para hacerse con el dinero de una caja registradora. Las fuentes consultadas por este diario cifran el botín en unos cien euros, aunque este dato no ha podido ser confirmado por completo.

Tras conseguir el dinero el asaltante abandonó el establecimiento a toda prisa. El atracó pudo durar poco más de un minuto. Cuando llegó la Guardia Civil y la Policía Local el caco ya había desaparecido. Los agentes intentaron sin éxito localizarlo por los alrededores. A esa hora aún no había muchos vecinos por la calle, por lo que nadie pudo dar indicaciones a las fuerzas de seguridad. El supermercado asaltado se encuentra algo apartado del centro urbano de Figaredo, con un cierre perimetral con árboles que acentúa su aislamiento. Además se encuentra justo al lado del cruce de Turón, por lo que tiene fácil salida en muchas direcciones.

Los vecinos de Figaredo ya afirmaron a principios del año pasado estar "atemorizados" tras sufrir la localidad una ola de robos casi seguidos. En apenas un semana, según denunciaron los portavoces de la comunidad, se contabilizaron cinco asaltos en establecimientos. Tanto la asociación de vecinos como los propios comerciantes reclamaron entonces que tanto la Policía Local de Mieres como la Guardia Civil intensificasen la vigilancia en la localidad.