La empresa concesionaria de la autopista del Huerna (AP-66) está acometiendo varias obras de mejora en los viales de esta estratégica infraestructura, principal conexión entre Asturias y La Meseta, con una circulación media diaria de 8.500 vehículos. La actuación que realiza Aucalsa conlleva el extendido de la capa de rodadura a lo largo de 12, 5 kilómetros, con fresado y reposición. Además, entre otras labores, también se está repintando la totalidad de la autopista (156 kilómetros).
Los trabajos en la autopista de peaje cuentan con un presupuesto total de 1.602.141 euros. Las labores en el firme se prolongarán hasta el próximo 3 de octubre. Esta es la fecha que maneja Aucalsa para la conclusión de las obras, aunque la concesionaria puntualiza que la previsión está sujeta a que las condiciones meteorológicas no trastoquen los planes. Tras la campaña de mejora del asfaltado, se acometerá el pintado de la traza de toda la autopista, actuación que se prolongará durante otra semana más. Es decir, la calzada no recuperará por completo la normalidad hasta aproximadamente el 10 de octubre.
El grueso de las obras de mejora se concentran en la vertiente asturiana de la doble calzada, concretamente en el carril de descenso. El tráfico está siendo canalizado en las zonas afectadas por el vial en dirección a León, acotando el carril derecho para dar paso a los vehículos que se viajarán en dirección a Asturias. Se está aprovechando para erradicar baches, con una inversión de 141.861 euros. No obstante, las labores más costosas son el fresado y reposición del firme (3210.150 euros) y la renovación del carril de rodadura (599.928 euros). Está previsto que se utilicen más de 20.000 toneladas de nuevo material asfáltico, siempre según fuentes de la empresa concesionaria.
El Huerna es una autopista de alta montaña. Su explotación no es comparable a ninguna en España Y es que la carretera astur-leonesa remonta la Cordillera hasta alcanzar una altitud de 1.228 metros, con un desnivel de casi 1.000. Esta característica lleva acarreado que las temperaturas invernales sean especialmente adversas para la conducción y exijan un mantenimiento costoso. La nieve, el hielo y las temperaturas por debajo de diez grados bajo castigan con dureza el firme. Los ingresos por peaje fueron creciendo ininterrumpidamente desde la apertura de la autopista, en 1983, cuando sumaron 1,77 millones de euros, hasta el año 2009, cuando los usuarios pagaron 41,96 millones. En 2010 comenzó el bajón provocado por la crisis económica. Y los ingresos por peaje cayeron durante cuatro ejercicios, hasta quedar en 34,36 millones en 2013. A partir de entonces la autopista ha retomado la senda del crecimiento, registrando 35 millones de ingresos en 2014, casi 37 en 2015 y más de 38 en 2016.
