El Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN) ampliará sus instalaciones en el centro tecnológico del pozo Entrego para poner en marcha una decena de nuevos laboratorios en los que se potenciará la colaboración entre investigadores del organismo público y de empresas privadas. "Se formarán grupos mixtos de investigación y de desarrollo de productos que tendrán la duración que tenga el proyecto", explicó Ramón Torrecillas, director del CINN, que añadió: "Es una experiencia que está funcionado bien con algunos grupos que están en marcha y esperamos que se consolide".
El CINN un centro mixto de investigación creado en 2007 por iniciativa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Principado y la Universidad de Oviedo. Combina la investigación interdisciplinar de alta calidad con actividades de demostración científico-tecnológicas y también tiene entre sus objetivos la creación de nuevas empresas de base tecnológica. "Lo que se va a hacer es ampliar las actuales instalaciones, cogiendo 480 metros cuadrados más en la tercera planta del edificio TIC para estos 'open labs'. Si seguimos necesitando espacio y vamos creciendo, quedan zonas del edificio disponibles. Con la ampliación podremos contar con una decena de nuevos laboratorios, aproximadamente", argumentó Torrecillas.
La filosofía de los "open labs", según recalcó el director del CINN, es funcionar como una "reunión temporal de medios humanos y materiales situados en el seno del organismo público de investigación (en este caso el CINN), con una clara orientación a la investigación y la innovación hacia la obtención de productos avanzados. Hablamos de grupos mixtos de investigación organizados alrededor del marco de un convenio firmado entre ambas partes, cuyo activo principal es el 'know-how' multidisciplinar de sus integrantes".
Organización
Los científicos del CINN pueden participar en varios "open labs" simultáneamente, aunque "lo aconsejable es evitar una excesiva dispersión del personal involucrado. Ambos, organismo público de investigación y empresa son los primeros interesados en encontrar la financiación y ambos cooperan en las actividades de preparación de propuestas. En aquellos casos en los que la empresa tiene músculo financiero suficiente, podrá aportar la financiación directamente de sus fondos propios".
Cuando el producto sale al mercado, el "open lab" queda disuelto, si bien "lo más probable es que surja un nuevo proyecto de desarrollo que interesa a ambas instituciones, o bien requiera la entrada de un nuevo actor, empresa u organismo público". Desde el CINN, remarcó su director, "nos interesa que, después de estos 'open labs', pueda haber un paso más allá y las empresas se queden. Que esas dos o tres personas destacadas con nosotros sean el germen para dar un paso al frente y que las empresas decidan instalar su departamento de desarrollo de producto".
Ahí entraría en juego el nuevo edificio TIC planificado para El Entrego. "En el caso de las empresas del sector biomédico o biotecnológico llegan primero una o dos y las demás ya son más fáciles de captar", afirmó Ramón Torrecillas.
