El salón de actos de la Casa de Cultura "Escuelas Dorado" de Sama de Langreo se quedó pequeño para acoger al numeroso público que quiso estar presente en la presentación del libro "Gaspar García Laviana, visto desde Asturias", que pretende ser un homenaje al "cura guerrillero" en el cuarenta aniversario de su muerte. El libro ha sido editado por el Foro de Cristianos Gaspar García Laviana con el patrocinio del Ayuntamiento de Langreo, y en el mismo se recogen diversos artículos y testimonios de una veintena de colaboradores coordinados por José María Álvarez ("Pipo"). Álvarez abrió el acto, que contó con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas, recordando que García Laviana nació en Les Roces, un pueblo de El Entrego, si bien a muy temprana edad se trasladó con su familia a vivir a Tuilla "convirtiéndose así en un langreano de pro, con raíces en San Martín del Rey Aurelio".

Del mismo modo, destacó que Gaspar se comprometió con la clase obrera ya desde sus inicios como sacerdote en una parroquia de Madrid y llamó la atención sobre "su especial sensibilidad con el sufrimiento de los empobrecidos, su extrema solidaridad y el valiente compromiso con ellos". Según el coordinador de la obra, "fueron las circunstancias socio-políticas y la profunda conciencia social de Gaspar las que le llevaron a radicalizar su postura entrando a formar parte de la guerrilla que combatió al dictador Somoza". Ese episodio, es según el coordinador del libro, "el único aspecto de la vida de Gaspar que se analiza desde posiciones encontradas, algo que quedó patente cuando en sus funerales hubo numerosos curas, seculares y religiosos si bien otros, como el arzobispo o el vicario general de entonces, que declinaron asistir a pesar de lo mucho que se les rogó".

"Gaspar nunca renunció a ser sacerdote ni a su congregación" manifestó con contundencia Francisco Blanco, Superior Provincial de los Misioneros del Sagrado Corazón, orden a la que perteneció García Laviana. Blanco puso de relieve el apoyo o por lo menos la comprensión de los superiores de la orden a la decisión de Gaspar, ya que según manifestaron "alistarse en la guerrilla es una elección personal y por tanto podrá ser sacerdote y misionero hasta que él quiera". El presidente del Foro de Cristianos Gaspar García Laviana, Faustino Blanco, explicó que la entidad, de la que partió la iniciativa de realizar el libro, "es una asociación abierta tanto a sacerdotes como a laicos que se sientan identificados con los valores que defendió Gaspar y que se muestran identificados con el poder monolítico de la Iglesia, tan alejado del mensaje liberador e inspirador del Evangelio". Según Blanco, el Foro "pretende ser un lugar para reflexionar sobre la realidad que vivimos y también para mantener vivo el recuerdo de un cura que lo dio todo, hasta la vida, por los pobres y necesitados".

Matilde Díaz-González de Lena, miembro del comité Óscar Romero y representante del Comité Salvadoreño de Mujeres, recordó sus numerosas visitas a Nicaragua y logró emocionar a los presentes al evocar "un país donde aún a día de hoy la memoria de Gaspar sigue intacta, algo que puede vivirse con más intensidad en Tola, el lugar donde reposan sus restos". Cerró el acto el alcalde de Langreo, Jesús Sánchez que expresó su tremenda satisfacción al apoyar la edición del libro "algo que resultó ser además de un placer, un obligación, pues es una hermosa idea para homenajear a un langreano y un asturiano universal".