Conocer el coche que se está conduciendo, respetar normas básicas de seguridad, tener el mantenimiento de frenos, luces y neumáticos a punto, y ser tranquilos y tener pericia ante los imprevistos. Estas son las claves para una conducción segura que ayer ofreció el piloto asturiano Javi Villa a trabajadores de 32 empresas de la región, que asistieron en el circuito Langreo Raceway a una "masterclass" en la que pudieron conducir varios vehículos en pistas deslizantes y con obstáculos.

Los empleados participantes en el curso pertenecen a las 32 firmas de la región que han obtenido el Sello Asturiano de Movilidad Segura en las Empresas. En el curso, además de los trabajadores, estuvieron Miryam Hernández, directora del Instituto Asturiano de Riesgos Laborales; Raquel Casado, jefa provincial de la DGT y Marino Zapatero, gerente del Club de Calidad, entidad organizadora de esta actividad. El profesor de lujo que tuvieron todos los participantes fue el piloto Javi Villa. Tras una clase teórica, se pusieron manos al volante, y a bordo de varios vehículos practicaron en distintas pruebas de habilidad y seguridad al volante en las instalaciones del circuito Langreo Raceway, situado en el alto de Santo Emiliano.

En la parte más teórica, el piloto ofreció algunas claves de lo que tiene que ser una conducción segura. La primera de todas, es conocer el coche que uno conduce. "Su tracción, delantera o trasera, si posee control de tracción o de estabilidad. Mucha gente no conoce cómo funciona el ABS, y lo tenemos desde hace muchísimos años". La seguridad empieza antes de arrancar, con una posición "adecuada al volante, ni muy cerca, ni muy lejos, para poder maniobrar bien. También hay que colocar convenientemente el reposacabezas".

El mantenimiento del vehículo es fundamental, frenos, luces, y sobre todo neumáticos. "Estamos en Asturias, llueve mucho, la capacidad del neumático ya no es que agarre o no, es que si mañana llueve mucho, esa rueda no puede evacuar el agua. Y entonces no hay seguridad". Una vez al volante, "la tranquilidad" es una de las claves, al igual que "ir siempre atentos. "Tener un campo óptico lo más abierto posible, porque puede salir un animal, un coche que viene de frente, una persona despistada... Cuanto más abiertos tengamos los ojos y más atentos, mejor".

Por último, está la propia pericia personal, y el haberse enfrentado previamente a distintas circunstancias de conducción, como ayer hicieron los asistentes al curso en Langreo.