La asociación de vecinos de Figaredo está decidido a ponerle las mayores dificultades posibles a los cacos. Así, los dirigentes del colectivo han decidido retirar el cierre metálico del viejo campo de fútbol, en desuso desde hace años. La mayor parte de esta valle perimetral fue robada en 2015. "Al final era cuestión de tiempo que desapareciera el resto de la estructura, por lo que lo mejor es tenerlo guardado a la espera de darle utilidad en el futuro", explicó ayer Enrique Benito, presidente de la asociación local.

Los ladrones se llevaron hace tres años 52 metros de la valla metálica que cierra el viejo campo de fútbol de Figaredo. La asociación de vecinos de la localidad denuncio entonces la desaparición de la mayor parte de esta estructura, cuya instalación generó en su momento una gran polémica debido a su alto coste económico. Y es que el Ayuntamiento se gastó 36.700 euros en 2009 en el cierre de esta instalación deportiva, que ya entonces se encontraba en desuso y que ahora está totalmente abandonada. "Hay que buscarle algún uso a la parcela y mientras tanto no tenía sentido seguir con la valla puesta a la espera de que un día desapareciera", apuntan los vecinos.

El tramo de valla que había sobrevivido a los robos y ahora ha sido retirado por los vecinos se encuentra anexo al paseo fluvial del río Turón. Es por tanto el más complicado de robar debido a su visibilidad. El resto del cierre hace tiempo que desapareció sin dejar de rastro. El robo tuvo un especial trasfondo debido a la polémica que en su momento generó este proyecto. El PP acusó al por entonces gobierno socialista de Mieres de pagar a la empresa OCA una factura "hinchada" tras acometer la citada constructora parte del cierre perimetral del campo . El Ayuntamiento pagó por esta actuación 36.700 euros. "Nuestros departamento de Obras ha hecho una valoración técnica de los trabajos y, siendo generosos, el coste no supera los 15.600 euros incluyendo el margen de ganancia empresarial y han pagado el doble", explicó el por entonces concejal José Juan García. El PP invitó a "todos los mierenses" a que visitasen las instalaciones deportivas de Figaredo y "sacasen sus propias conclusiones". En 2009 este equipamiento deportivo ya estaba en desuso. Se invirtieron casi 37.000 euros en el cierre de un campo muy deteriorado en el que, de hecho, nunca más se volvió a practicar ningún tipo de deporte.