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Una valla perimetral y cámaras para evitar los robos en el viejo Hospital de Murias

El inmueble quedó sin personal de vigilancia en abril y ya tiene algunos de sus accesos forzados, con las puertas destrozadas

El nuevo cierre perimetral del antiguo Hospital de Murias. J. R. SILVEIRA

La Seguridad Social ha tomado medidas para proteger los inmuebles del viejo Hospital de Murias de robos y actos vandálicos. Todo el perímetro del antiguo equipamiento sanitario mierense ha sido vallado, impidiendo el acceso a pie a las instalaciones, algo que se podía hacer perfectamente tras retirar la pasada primavera el Principado a los equipos de seguridad encargados de custodiar las dependencias. Además, se han instalado cámaras de vigilancia en diferentes puntos de la estructura.

Las instalaciones del viejo Hospital de Murias se quedaron desprotegidas el pasado mes de abril. Y es que tras pasar las dependencias a manos de la Seguridad Social, el Principado retiró la seguridad privada que se encargaba de velar por las instalaciones desde que, en mayo de 2012, la actividad sanitaria se trasladó al nuevo complejo de Santullano. La valla colocada para impedir el paso de automóviles al recinto no tardó en ser forzada y, pese a que los desperfectos fueron solventados casi de inmediato, quedó de manifiesto lo expuesto de las instalaciones. De hecho, aún ahora después de ser cerrado todo el perímetro, la puerta del acceso oeste al antiguo hospital luce totalmente destrozada, por lo que la entrada del edificio sería factible de no estar la valla que acaba de colocar la Seguridad Social.

La recientemente constituida plataforma "La Güeria San Juan también existe" pidió e que se tomen medidas para evitar que el inmueble sea "desvalijado". Las asociaciones vecinales alegaron que sin vigilancia las instalaciones no permanecerán mucho tiempo intactas: "Hay que buscarle uso o protegerlo de alguna manera", señalaron los portavoces de la comunidad. La respuesta ha llegado en forma de cierre perimetral y cámaras de seguridad.

El viejo Hospital de Mieres quedó vacío en julio de 2017. Decenas de toneladas de material de desecho, como sillas, estanterías, mesas, camas y otros utensilios fueron retirados de los edificios que integran este complejo. Ahora bien, en las instalaciones queda el circuito de cableado, ventanas y una cantidad ingente de hierro, entre otras cosas de valor. Un botín apetecible para los cacos.

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