Los subcontratados pertenecientes a las plantillas de las cuatro empresas externas vinculadas a Hunosa (Imsa, Carbomec, Satra y Acciona) hicieron parar ayer casi por completo los tres pozos que la compañía pública aún tiene en funcionamiento. Con esta protesta el colectivo dio respuesta al despido de 12 mineros, cifra que pronto ascenderá a 25. Cuando esta protesta se realizaba, aún no se sabía que, tras el preacuerdo de anoche para el sector, serán considerados excedentes minero y, en consecuencia, serán recolocados en otras empresas.

Los subcontratados demandaban ayer que se tenga en cuenta su situación en la actual negociación y se les considere excedentes de la minería como a los trabajadores de plantilla de las explotaciones tanto públicas como privadas. Como así ha sido.

"Nosotros también tenemos hijos que alimentar y parece que somos invisibles. En gran medida nos sentimos desprotegidos". apuntaron ayer los trabajadores tras organizar concentraciones en los pozos. En el caso de Nicolasa (Mieres) y de Santiago (Aller), el paro fue secundado por la plantilla de mineros de Hunosa, por lo que las explotaciones permanecieron inactivas toda la jornada. En Carrio (Laviana) el grueso de los relevos bajó a la mina: "Tan sólo cuatro o cinco compañeros de Hunosa se solidarizaron con nosotros", apuntaron un tanto molestos los portavoces de los despedidos.

Los subcontratados contaron ayer con el apoyo de las secciones sindicales del SOMA, CSI y de CC OO. Así, esta última central ha convocado una asamblea que se celebrará esta tarde en La Felguera. La Corriente Sindical de Izquierdas afeó ayer a Hunosa que no prolongara al menos un mes más el contrato a los despedidos ante la posibilidad de que el nuevo plan favorezca la incorporación de los trabajadores de las subcontratas a Hunosa.