Uno de los camiones que suministra estériles a la térmica de la Pereda provocó ayer un grave accidente cuando golpeó con su basculante el puente de Seana. El vehículo transitaba por la autovía Oviedo-Campomanes en dirección a la escombrera de Figaredo cuando la pieza del remolque se elevó como si de una vela se tratara, impactando contra la estructura del paso aéreo que comunica el casco urbano de Mieres con la estación de trenes. El camión se partió literalmente en dos, con la cabina volcada unos cien metros más adelante y el remolque bloqueando por completo la calzada justo bajo el puente. Un turismo impactó de lleno contra el contenedor. Un segundo coche y una furgoneta también colisionaron, aunque sus conductores tuvieron tiempo para reducir notablemente la velocidad antes del impacto. Sorprendentemente no hubo heridos graves, el peor parado fue el ocupante del vehículo que seguía al camión, que fue atendido de diversas contusiones.

La violencia del impacto fue tal que el golpe contra el puente provocó un estruendo que se escuchó en buena parte del centro de Mieres y en todo el polígono de Gonzalín: "Sonó como una bomba", aseguraba aún asustada Marta García, que en el momento del accidente, las ocho y media de la mañana, estaba dando de desayunar a su hijo pequeño para llevarlo al colegio. "La verdad es que no sabría decir si el camión llevaba el remolque levantado o se izó de golpe justo al pasar por el puente", señaló el conductor del tercer vehículo que se vio implicado. Se trata de un trabajador del Hospital Álvarez-Buylla: "Ha sido un susto terrible. Por suerte tuve tiempo para frenar y cuando choqué pude ver que ya iba a 65 kilómetros por hora. El que se empotró de frente fue el coche que venía delante, que nada pudo hacer". Al final, las consecuencias en daños personales no fueron graves. Ahora bien, el accidente pudo acabar en una auténtica tragedia.

El conductor del camión resultó ileso. Aseguró a la Guardia Civil que cuando salió de la térmica, situada a unos dos kilómetros del puente Seana, el remolque iba cerrado. No se explicaba cómo el basculante acabó elevándose hasta dar contra el puente. Por suerte en ese momento no había nadie transitando por las aceras. Y es que apenas unos minutos después el paso se llenó de personas tras la llegada de un tren lleno viajeros que acudían a sus puestos de trabajo. Se encontraron la barandilla arrancada, los vehículos destrozados bajo el puente y un espectacular operativo de patrullas de la Policía Local y de la Guardia Civil, junto con ambulancias y personal de Carreteras. En cuestión de minutos se generó una caravana kilométrica. Tráfico optó por descongestionar la autovía desviando el tráfico en dirección León por el casco urbano de Mieres. No obstante, decenas de coches se quedaron atrapados entre el puente de Seana y el enlace de salida a la ciudad. Hasta casi las diez y media no pudieron retomar la marcha. La piscina municipal de Mieres tuvo que abrir sus instalaciones con una hora de retraso debido a que el socorrista quedó bloqueado con su vehículo.

El Ayuntamiento confirmó ayer que el puente sufrió "daños estructurales" cuyo alcance será evaluado conjuntamente con el Ministerio de Fomento. En principio no "hay peligro para la seguridad pública" tras el cierre provisional de la zona más dañada.