Se llamaba Sacramento Gutiérrez Concha. Nació en 1906 en Los Caleyos (Llanes), pero pronto se trasladó a vivir a Sueros (Mieres). Comunista y luchador incasable por una libertad de la que él nunca gozó: estuvo siete años en un campo de concentración y veinte en la cárcel durante la dictadura franquista. Sus camaradas, comunistas históricos del concejo de Mieres, inauguraron ayer una placa en su honor en la calle a la que da nombre (en el entorno del centro de personas mayores). En el acto estaba, muy emocionada, su hija: "Me enseñó mucho, pero lo más grande que aprendí fueron sus valores y su pelea incansable por todo en lo que crees", afirmó Gloria Gutiérrez

Pelea tras pelea, golpes en un cuerpo magullado desde joven. Poco después de estallar la Guerra Civil, nació su única hija. Era un conocido militante y fue apresado por las tropas franquistas. Del campo de batalla, al campo de concentración de Guernica. "Hoy venimos a rendir homenaje a un ejemplo de resistencia, a un hombre que puso en riesgo todo durante una época en la que pelear por los ideales no era ninguna broma", afirmó el alcalde, Aníbal Vázquez, durante el acto. También asistió Ramón Argüelles, coordinador regional de Izquierda Unida.

"Era una persona buena, con un carácter indomable para hacer el bien", aseguraron sus familiares. Tras salir de prisión, formó parte del "Socorro Rojo", organización que se encargaba de atender a los fugados. Volvió a ser detenido y comenzaron veinte años de peregrinación por varias cárceles de España.

Su familia también sufrió la represión. Gloria Gutiérrez fue perseguida durante años por la Policía. Al final del encuentro, un deseo compartido: : "A Sacramento hay que tenerlo en la memoria y no sólo en los carteles".