Bienvenidos esos obreros al Ayuntamiento de Langreo. La entrada de la Casa Consistorial luce nueva imagen, una vez finalizada la instalación de uno de los murales del artista Úrculo -recuperado y restaurado antes del derribo de la librería Belter-. La obra, que representa a cinco obreros que sostienen libros, ocupa el lugar que dejó libre la polémica retirada de la Virgen del Carbayu.

La patrona de Langreo había presidido la escalinata de la Casa Consistorial durante décadas. El gobierno local (IU-Somos) anunció su intención de trasladar la talla a la residencia de personas mayores de Ciaño a principios del año pasado. La decisión generó una gran polémica. Uno de los momentos más agitados fue cuando un grupo de airados vecinos increparon a varios ediles de Somos a la puerta del Ayuntamiento.

Aquel día entregaron 5.482 firmas que habían recogido contra la retirada de firmas. El caso llegó, incluso, a los Juzgados. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 4 de Oviedo desestimó el recurso presentado por la Sociedad de Festejos "Virgen del Carbayu": carpetazo al asunto, al menos, de forma oficial.

Pero había un hueco por llenar. Y ahora está ocupado con cultura. El mural de Úrculo es una de las cinco obras que se recuperaron en el derribo de la emblemática librería Belter. Una operación delicada, que realizó el restaurador Jesús Puras. Trasladó los murales de las paredes que se caían a unos tableros de madera con una carga.

El elegido para adornar la Casa Consistorial es uno de los trabajos más sociales de Úrculo. Muestra a cinco obreros, con caras desdibujadas, y vestidos con ropa de faena. En las manos llevan libros. Porque si algo tienen en común los trabajos recuperados en la librería Belter, es la pasión por la cultura y el amor a la tierra minera. Además de este mural que ahora luce grande en el Ayuntamiento, se recuperaron otras cuatro obras: una representación de la plaza de un pueblo, una escena de "Platero y yo", la imagen de un escritor bohemio y un pasaje de "El viejo y la mar". Todos estuvieron expuestos al público, temporalmente, en la pinacoteca que lleva el nombre del artista. Ahora, una de las obras ya tiene destino definitivo.