El Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN) ya ha recibido la autorización del Principado para utilizar parte de la planta baja del edificio tecnológico del pozo Entrego para albergar un pequeño museo de ciencia. El objetivo es que las nuevas dependencias, que podrán visitarse con reserva previa, sirvan para divulgar el trabajo que realizan los científicos del CINN, que desarrollan su labor en las dos plantas superiores del mismo edificio. La previsión de los responsables del complejo es que el museo pueda estar funcionando en un plazo aproximado de cinco meses.
El espacio elegido, una estancia diáfana con grandes cristaleras y unos 200 metros cuadrados de superficie, ya fue utilizada en ocasiones anteriores por el Principado, propietario del inmueble, para organizar charlas y jornadas divulgativas. Ramón Torrecillas, director del CINN, detalló cuáles son los objetivos de la nueva estancia. "Queremos contar con una especie de aula formativa, un pequeño museo para explicar a la sociedad temas de ciencia y qué cosas hacemos realmente en el CINN, así como las aplicaciones que tienen para la vida diaria. Estará abierto a todo tipo de público, escolares incluidos, aunque habrá que hacer una reserva previa para realizar la visita", apuntó Torrecillas.
El máximo responsable del CINN también enumeró algunos de los elementos divulgativos que tendrá el equipamiento: "Pretendemos que haya hologramas, un espejo de satélite, un implante dental a escala... un poco una muestra de los diferentes campos de investigación en los que nos movemos, todo ello complementado con paneles explicativos y elementos interactivos". Torrecillas también apuntó que, si todo va según lo previsto, "podríamos estar hablando de un plazo de unos cinco meses para tenerlo todo en marcha".
El CINN es un centro mixto de investigación creado en el año 2007 por iniciativa del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Gobierno del Principado y la Universidad de Oviedo que integra actualmente a medio centenar de investigadores. La mitad de la plantilla depende del CSIC y la otra mitad a la Universidad. El complejo combina la investigación interdisciplinar de alta calidad con demostraciones científico-tecnológicas.
Además, la instalación tiene como objetivo la creación de nuevas empresas de base tecnológica. Las investigaciones, realizadas con materiales de escala "nano". están orientadas a su aplicación práctica en ámbitos muy diversos como la medicina, la industria aeroespacial, la construcción, la informática o la automoción, entre otros.
