El asesinato del mierense Ramiro Valdés, cometido en septiembre de 1999, suma ya 19 años sin resolverse. Por su parte, 12 han pasado ya desde el de Margarita Piloñeta. La investigación, en el suceso de Riaño, apunta a un acto pasional. La víctima recibió una brutal paliza, luego unas cincuenta puñaladas. La Policía detuvo inicialmente a un joven mendigo de origen rumano que permaneció cinco días bajo custodia. Y también a un hijo para declarar. Pero tras no encontrarse indicios claros, fueron liberados. Bloqueada la primera línea de investigación, los agentes encargados del caso perdieron el hilo. Las posibles relaciones sentimentales de la mujer se convirtieron en el principal foco de sospechas. Las pesquisas, no obstante, se enredaron en un laberinto de coartadas solventes.