Mieres viene presentando desde hace años el peor nivel de paro entre los principales municipios asturianos, oscilando en torno al 20 por ciento de la población activa. El recuento supera ampliamente los 3.500 desempleados, con picos próximos a los 4.000. Con este decorado resulta doloroso que Asla haya decidido instalar su nuevo proyecto empresarial, con sus cien empleos, en Zamora, renunciando al polígono de Reicastro al no alcanzar un acuerdo por el precio del suelo durante una "hostil", según la firma, negociación con Hunosa. Pero no menos desolador parece el hecho de que si la compañía presidida por Macario Fernández hubiera decidido finalmente instalarse en Reicastro, el Ayuntamiento no le hubiera podido otorgar la licencias de obras y ocupación. Y es que el polígono, urbanizado en 2012, aún no puede ser ocupado debido a que errores en su parcelación que siguen sin resolverse.
La negociación abierta con Asla para la ocupación de Reicastro destapó una irregularidad urbanística que ha permanecido algo más de seis años ignorada por la administración estatal. Ni Hunosa ni Confederación Hidrográfica del Cantábrico (CHC) repararon durante todo este tiempo en que el proyecto de urbanización del polígono había ocupado más suelo del debido. El problema radica, según varias fuentes consultadas por este diario, que coinciden en la explicación, en que CHC se dio cuenta el año pasado, justo cuando Hunosa empezó a negociar con Asla, de que la ocupación del suelo invadió espacios de su propiedad. En concreto se trata de una franja anexa al paseo del río fluvial que vertebra toda la zona Este del polígono. Así, ha terminado siendo necesaria la intervención de Patrimonio del Estado para establecer la fragmentación correcta. Ahora bien, nadie parece tener prisa en resolver el entuerto urbanístico.
El Ayuntamiento presentó el 12 de marzo ante la delegación de Economía y Hacienda un escrito al que ha tenido acceso este diario solicitando que "se justifique la titularidad de los viales públicos de propiedad estatal incluidos en el plan de desarrollo urbanístico del polígono de Reicastro". La respuesta llegó en abril, remarcando que Hunosa y CHC estaban negociando una solución a las alegaciones formuladas por la segunda. De esta forma, la administración remar0có la necesidad de "seguir esperando" por el resultado de estas conversaciones, indican que se informaría oportunamente al Ayuntamiento del acuerdo. El gobierno local lleva, por tanto, esperando medio año por una resolución sin aparente complicación. Mientras, aunque sea por otros motivos, las empresas siguen pasando de largo por Reicastro.
Antes que Asla, otras firmas, como GAM o Rioglass, se habían interesado por adquirir suelo en Reicastro. Lo que no se sabía entonces era que el polígono estaba bloqueado urbanísticamente. Además de los problemas surgidos con la titularidad del suelo, aún debe construir un edificio de servicios. Hunosa tiene el proyecto redactado, pero en este caso es el Ayuntamiento el que paraliza la actuación. No darán luz verde hasta que se cierre un acuerdo empresarial para el inicio de la actividad industrial en el polígono, ya que el gobierno local teme que el estado inmueble pueda esta años abandonado, con el consiguiente deterioro y exposición a los actos vandálicos.
