Leopoldo Tolivar Alas participó en la Casa del Pueblo de Pola de Laviana en uno de los actos que organiza periódicamente la agrupación Socialista de Laviana con motivo del cuarenta aniversario de la Constitución Española. El catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Oviedo ofreció la conferencia " Vitalidad y obsolescencia de la Constitución Española de 1978", que contó con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

Tolivar inició su intervención mostrándose partidario "de una reforma amplia de la Constitución que nos lleve a un texto mucho más breve y contundente", si bien puntualizó que "soy consciente de que ese propósito es poco menos que inviable, salvo que una vez abierto el melón, alguien se atreva a llegar más allá de lo esperado".

Como puntos fuertes de la Constitución destacó su espíritu garantista, "pues apuntala el derecho al sufragio universal, libre, directo y secreto", y puso en valor el hecho de que se trata de una norma de directa aplicación y vinculante, "una verdadera norma de normas muy alejada de otros modelos europeos que son un verdadero batiburrillo normativo". Para Tolivar, otra de las fortalezas de nuestra constitución, reside en el modo en que se apuntala el sentido de pertenencia a Europa y sus instituciones comunes.

Sin embargo, la norma también presenta indicios de obsolescencia después de cuarenta años de vida "y adolece de carencias y defectos importantes que habría que subsanar de modo urgente, tales como la decrepitud de algunas previsiones constitucionales o "el excesivo temor a los poderes fácticos, en concreto al ejército, que impregna la redacción de algunos artículos que necesitan un lifting y la desaparición de la sombra de los uniformes con la que fueron redactados en su momento".

En cuanto al papel de la Iglesia y el resto de confesiones religiosas abogó por la transferencia de ciertos bienes a la administración pública y se mostró partidario "de la colaboración sin privilegios, pues a día de hoy resulta inaudito, por ejemplo, que aquellos edificios y bienes que no están vinculados a la celebración de culto sigan exentos de pagar impuestos".

Tolivar destacó que nuestra Constitución está desfasada en cuanto a la terminología que utiliza y se mostró partidario de la "necesaria utilización de un lenguaje inclusivo en la medida de lo posible sin obviar que se ha producido una evolución de la sociedad que es cada vez más multietnica y multicultural, lo que nos lleva a la evidencia de que es preciso adaptar el texto a esa nueva configuración de la realidad española".

También llamó la atención sobre el modo en que se configura en el texto constitucional el proceso de reforma. Y es que, según referenció, "el proceso de reforma previsto es excesivamente rígido y con larguísimos procesos constituyentes". En cuanto al papel del Senado, se mostró sin tapujos a favor "de su supresión total" y ya para finalizar, y a preguntas del público que participó, lamentó "el escaso nivel de muchos de nuestros políticos, que se alejan abismalmente del perfil de quienes redactaron la Constitución, apoyados por equipos técnicos integrados por juristas de primer nivel".